Este lunes Gendarmería Nacional encontró en San Justo unos 460 kilos de cocaína, dos fusiles, balas, un sistema GPS y teléfonos satelitales en una camioneta Volkswagen Amarok blanca que viajaba hacia la zona rural del norte de la provincia.
Integrantes del Escuadrón Vial San Justo divisaron la camioneta y la frenaron. Cuando el conductor de la camioneta notó que iba a ser controlado por los gendarmes en el camino, hizo un giro en “u” para eludirlos.
En ese momento, detallaron las fuentes del caso a Infobae, se realizó un “seguimiento controlado” hasta que lograron detener la marcha de la camioneta. Al revisarla, los efectivos encontraron varios bultos con la droga. Las dos personas que viajaban en el vehículo, el hombre tras el volante y un acompañante, fueron detenidas. El armamento que llevaban demuestra que estaban preparados para defender con fiereza el cargamento millonario.
Los investigadores estiman que la cocaína fue arrojada desde un pequeño avión, en un vuelo clandestino, conocido en la jerga como “TAI”, las siglas de “transporte aéreo ilegal”. Los panes de cocaína incautados tienen una característica que salta a simple vista: un envoltorio de color negro, con la marca “ONE” (único, o uno, en inglés).
Tanto la droga, como la Amarok, los equipos de comunicación satelital, las armas y municiones, fueron incautadas y puestas a resguardo en la sede del Escuadrón Vial. La causa es investigada por la Justicia federal.