Por el partido pendiente de la fecha 7 de la Zona A del Apertura de Primera División, Unión erró al menos 14 situaciones claras de gol y terminó perdiendo en el 15 de abril 1 a 0 frente a Racing que jugó gran parte del partido con 10 jugadores por la expulsión del arquero Arias.

Cuesta explicar un partido en el cual un equipo (Unión) haya tenido 14 ocasiones de gol -hasta su arquero tuvo una en el final- haya perdido un partido como el que perdió en el 15 de abril frente a Racing que jugó con 10 por la expulsión de Arias y que en un contragolpe a los 12 minutos del segundo tiempo en una contra y con una defensa que marcó muy mal convirtió gracias a "Maravilla" Martínez el único gol del partido.

Unión no jugó mal, al contrario, tuvo -tal vez- el mejor partido del año pero no solo que no pudo ganar sino que tampoco pudo al menos empatar un partido que no mereció perder pero en el cual pagó muy caro su falta de efectividad para convertir las situaciones de gol que creó.

Se quedó con las manos vacías el equipo que conduce Cristian González pero esta vez hizo todo para no perder, fue superior a Racing durante el 90% del partido pero en un fútbol argentino que no perdona, Unión lo hizo y se quedó con las manos vacías.

La derrota deja el sabor amargo de no solo haber perdido el partido, sino de haber dejado al equipo casi sin chances de poder llegar a los playoffs.

El vaso medio lleno debe dejar tranquilo al cuerpo técnico de saber que el equipo jugó bien, que cambió su imagen y que se mejoró en relación a lo que se viene que es la fase de grupos de la Copa Sudamericana; el vaso medio vacío deja la preocupación de tener un equipo que generó mucho pero que no pudo convertir.