El fiscal Omar De Pedro habló esta mañana por LT9 sobre las condenadas a una familia de Santo Tomé por estafaba con tarjetas de créditos y débitos clonadas. Los delitos fueron cometidos en el marco de una asociación ilícita que habían formado, en la que también hay involucradas otras personas –con distintos roles– que continúan siendo investigadas.
Juan Carlos Álvarez de 63 años fue condenado a cinco años de prisión efectiva como coautor penalmente responsable de los delitos de defraudación por uso de tarjetas de crédito o débito falsificada/adulterada en forma reiterada, en concurso real con el delito de asociación ilícita como organizador.
También fueron condenadas dos hijas de Álvarez: Paola Alejandra de 39 años y Rocío Florencia de 24 años. A la mayor de las dos mujeres, se le impuso una pena de cuatro años de prisión efectiva por los mismos delitos que a su padre, pero en calidad de integrante de la asociación ilícita. En tanto, la menor de las hermanas, fue condenada a tres años de prisión efectiva, también como integrante de la asociación ilícita.
La investigación estuvo a cargo de los fiscales Omar De Pedro y María Lucila Nuzzo. Por su parte, la condena fue impuesta por el juez Eduardo Pocoví, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.
En diálogo con LT9, el fiscal de Pedro admitió que el delito se va desarrollando con las nuevas generaciones. “Estamos expuesto todos. Son maniobras comunes. Mucha gente maneja tarjeta de débito o crédito. Skimming es robo de información de las tarjetas, luego se la clona para el posterior uso fraudulento” explicó el fiscal. De Pedro agregó que los integrantes de esta familia formaban parte de una asociación ilícita y que uno de los organizadores está radicado en Victoria, provincia de Entre Ríos.
A modo de ejemplo, el representante del MPA explicó que una de las personas obtenía información de clientes que iban a comprar productos a una casa de electrodomésticos. Esta persona obtenía información y luego la ofrecía a gente de Santa Fe. Esos datos de la tarjeta la usaban, pero fabricaban un nuevo plástico a nombre de las persona que lo iba a utilizar”. Agregó que esta familia, tras ser sorprendida por el delito, comenzó a colaborar con la investigación, y permitió desbaratar esta banda.
En cuanto a las penas, De Pedro indicó que se llegó a un juicio abreviado con condenas de 5, 4 y 3 años de prisión efectiva. Aunque por el delito y los años las tres personas deberían estar en una cárcel común, el fiscal señaló que las dos mujeres tienen hijos pequeños y el hombre de 63 años sufre problemas cardíacos. Por tal motivo los tres cumplen sus condenas en sus domicilios.
Precaución
El fiscal hizo hincapié en los cuidados que se deben tomar para evitar ser víctima de este tipo de maniobras delictivas. En tal sentido, sostuvo que “la recomendación a la población y a los comercios es que estén atentos a los resúmenes de las compras y reporten de manera inmediata cualquier irregularidad”.
Por otra parte, remarcó que “en el caso que investigamos, los datos de la banda magnética a clonar eran obtenidos ilegítimamente por alguien que pasaba la tarjeta por un dispositivo que tiene un chip que lee y guarda la información que luego son aplicados a otro plástico. Por lo tanto, es muy importante que la ciudadanía esté atenta cuando hace una operación con tarjeta de crédito o de débito, y siempre observe a la persona a la que le entrega el plástico”.
El fiscal del MPA dijo que “al emitirse el ticket de compra, no todas las tarjetas de crédito incluyen el nombre del titular. Por eso el comerciante debe verificar la identidad de quien hace la compra con el DNI y con la tarjeta de crédito. El problema –finalizaron De Pedro y Nuzzo– es que los datos del documento y de la tarjeta coinciden, pero la compra se imputa a la cuenta del verdadero titular, que es la persona a la que le clonaron los datos de la banda magnética”