El interbloque Cambiemos evitó el intento de los bloques opositores de debatir en sesión especial una veintena de proyectos sobre las tarifas, desde retrotraerlas a diciembre del 2017 hasta congelar esos valores hasta fines del 2019.
El primer proyecto que se debatió fue impulsado por el peronista Diego Bossio y arrojó 132 votos a favor y 106 en contra, con lo cual no se obtuvieron los dos tercios para habilitar el tratamiento sobre tablas. Al fundamentar su iniciativa, el diputado justicialista y extitular del Anses en el gobierno kirchnerista dijo que el oficialismo "no tiene voluntad política" para discutirlas tarifas y advirtió que desde el justicialismo no están proponiendo "congelar las tarifas" sino "una propuesta seria" que permita "a las familias y a las pymes" pagar los servicios públicos.
Otro de los proyectos que se discutió fue propiciado por la presidenta del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño, que proponía la emergencia energética por un año y cuyo tratamiento sobre tablas fue trabado por la bancada del oficialismo por 134 a 100 votos, con lo cual no alcanzó los dos tercios. "Saludo que el oficialismo haya decidido venir en lugar de estar detrás de las cortinas como la semana pasada", dijo la diputada, que cuestionó que estén "obstruyendo la sesión para debatir el tema de las tarifas".3
Por otra parte, también se rechazó por 130 votos afirmativos y 102 en contra el tratamiento sobre tablas de un proyecto sobre tarifa social para empresas recuperadas presentado por el exministro de Economía del kirchnerismo Axel Kicillof, quien dijo que si la oposición se une puede "pararle la mano al Gobierno".
La sesión
La sesión se había iniciado a las 11.20 con la presencia de 190 legisladores para debatir proyectos sobre tarifas, y contó con la presencia del interbloque Cambiemos, que bajó sorpresivamente al recinto una vez que estaba descontado que la oposición reuniría el quórum.
Esta vez, y a diferencia de la semana pasada cuando el arco opositor no logró el quórum por al faltarle un diputado, el número para iniciar la sesión estaba garantizado por la presencia, entre otros, del diputado del Frente Renovador, Facundo Moyano que la semana pasada no había estado en el recinto y del salteño Alfredo Olmedo, que se sentó en su banca munido de una pala amarilla, de igual color que su tradicional campera.
La primera en pedir la palabra fue la jefa del interbloque FR-UNA, la massista Graciela Camaño, que reclamó poner a votación el giro a las comisiones de Obras Públicas y Defensa del Consumidor de todos los temas de la sesión especial a la que habían sido convocados.
Desde el oficialismo, en tanto, el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, rechazó esa moción y advirtió que “habría que desarmar todo el esquema parlamentario” para respaldar ese planteo, al aclarar que “cualquiera de los proyectos de este vasto menú todos tienen afectación presupuestaria”.
En ese marco, Negri anunció la convocatoria a la comisión de Presupuesto y Hacienda, que preside el próximo miércoles 3 de mayo a las 14 a ese cuerpo que preside Luciano Laspina, para debatir el proyecto que modifica el esquema tarifario de servicios públicos, que había recibido ayer dictamen en las comisiones de Obras Públicas y Defensa del Consumidor impulsados por los bloques opositores.
“Acá no hay nada que discutir”, afirmó Negri, quien aclaró que “decidimos venir, por lo tanto el quórum lo dimos nosotros”, agregó el cordobés, que pidió a continuación poner a consideración el plan de labor de la sesión.
Ante ese escenario, Camaño anunció que retiraba su moción pero, no obstante, aclaró que “acá nadie regaló el quórum a nadie”, al sostener que “la presencia del bloque oficialista es la necesidad: lo hacen porque son elegantes y porque quieren votar en contra de los 29 temas que no son una exageración”.
Luego de que Negri adelantara que Cambiemos no daría los dos tercios, el jefe del bloque del FpV-PJ, Agustín Rossi, se preguntó “si se convocó para la semana que viene a la Comisión de Presupuesto, ¿por qué no se convocó ayer?” y armó que “llegamos acá con el esfuerzo y el acuerdo de todos los sectores opositores. La responsabilidad de que no tengamos despacho de comisión no es de la oposición”, tras lo cual pidió que se “abra el debate".
Por su parte, Laspina reveló que antes de convocar a una reunión de la comisión de Presupuesto le pidió a la Oficina de Presupuesto del Congreso un informe “para que nos diga cuál es el costo fiscal de la propuesta que traen aquellos que nos metieron en este problema; para saber qué impuestos van a subir, o si van a autorizar al Ejecutivo a tomar deuda, o qué gasto van a recortar".
En ese sentido, el jefe del interbloque Argentina Federal, Pablo Kosiner, pidió la palabra para asegurar que "este debate sobrepasa a las estructuras políticas. Aunque cerremos el Congreso, la gente lo va a debatir en la calle, en los bares, en los clubes, en familia. Todos debaten cómo pagar las tarifas que están viniendo" y advirtió: “Se equivocan si piensan que hay especulación política.
Esa situación motivó la intervención del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, que pidió un cuarto intermedio para “ordenar” la sesión y que no se atrasara más el debate, ya que estaba pendiente la sesión ordinaria impulsada por Cambiemos a las 12 para sancionar la Ley de Financiamiento Productivo y la creación de la Cédula Escolar Nacional (CEN), proyectos que la semana pasada no pudieron ser tratados porque la oposición frustró la convocatoria.
La sesión se retomó a las 12,45 con el pedido de los bloques opositores de debatir sobre tablas cada uno de los proyectos incluidos en el temario de la sesión especial aunque se descontaba que Cambiemos no daría los dos tercios necesarios para habilitar la discusión.
Fuente: Télam.