La mañana del domingo, integrantes de la caravana se reunieron en el Parque de la Amistad en Tijuana, México, donde se preparaban para marchar a la frontera. Autobuses que llevaban migrantes llegaron a la ciudad fronteriza el martes.
Los migrantes marcharon hacia la frontera y luego solicitaron asilo en Estados Unidos. Argumentan que buscan una mejor vida para ellos y para sus hijos, además de alejarse de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
La caravana es una misión humanitaria al mismo tiempo que activista, ya que los organizadores crearon el evento para llamar la atención sobre la situación de los migrantes.
Uno de esos migrantes es Gabriela Hernández, una mujer embarazada y madre de dos hijos que huyó de Honduras y cruzó desde Guatemala hacia México para unirse al grupo que se dirigía hacia el norte. Ella y sus dos hijos dejaron atrás a su familia y enfrentaron hambre y cansancio durante el mes de viaje. (CNN)