Según la policía, unos 1.200 encapuchados vestidos de negro lanzaron piedras y otros proyectiles contra las fuerzas de seguridad. La emisora BFMTV señaló que la policía utilizó carros hidrantes y gases lacrimógenos. Un restaurante de comida rápida, un negocio y una máquina de la construcción resultaron dañadas durante los disturbios, según la información.
Un agente y otras tres personas resultaron levemente heridas. El primer ministro, Edouard Philippe, condenó los incidentes.
Según el prefecto de la Policía, Michel Delpuech, unas 14.500 personas de ultraizquierda, entre las cuales estaban los violentos, se movilizaron de manera independiente a la marcha convocada por los sindicatos. Unas 200 personas del llamado "bloque negro" fueron detenidas. Esta calificación abarca a activistas dispuestos a la violencia, que se presentan encapuchados y vestidos de negros en las manifestaciones.
El ministro del Interior, Gérard Collomb, condenó los actos de violencia al margen de las manifestaciones. "Se hará todo lo necesario para poner fin a las graves alteraciones al orden público y para detener a los responsables de estas escandalosas acciones", señaló en Twitter.
La Policía había alertado previamente de las actividades de "movimientos extremistas" que querían aprovechar las tradicionales manifestaciones del 1 de mayo para atacar a las fuerzas de seguridad y símbolos del capitalismo. (AFP)