El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó un decreto para poner fin a la separación de niños de sus familias luego de que son detenidos cruzando de manera ilegal la frontera con México, una práctica que generó críticas en el país y el mundo.
La decisión constituye un abrupto giro para un presidente y un gobierno que insistían, erróneamente, que no había otra opción que separar a las familias de indocumentados aprehendidas en la frontera en cumplimiento de la ley y de un fallo judicial.
Trump, su secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y otros funcionarios habían dicho que la única forma de frenar la práctica era una ley inmigratoria integral del Congreso que incluyera la construcción de un muro en la frontera con México.