“Un paro general en un país significa el fracaso del diálogo social y también el fracaso de la política”, subrayó durante una conferencia de prensa en la sede de la CGT.
Schmid, uno de los tres jefes de la Confederación General del Trabajo (CGT), afirmó que “hubo un altísimo acatamiento‘ al paro general y le pidió al Gobierno que cambie ‘el modelo económico”.
“Hay que cambiar la orientación del modelo económico que está llevando al desastre al pueblo”, exigió en el estrado del salón Felipe Vallese de la sede de la central obrera, en Azopardo al 800.
“La CGT ha llegado a esta determinación después de haber agotado todas las instancias en los diversos planos institucionales para encontrar alternativas”, aseveró Schmid.
“Para que nadie tenga lugar a dudas: paramos para poder seguir trabajando, y por eso vamos a explorar las discusiones en los más altos niveles”, advirtió.
Por su parte, Héctor Daer, otro de los miembros de la conducción cegetista, que deberá renovarse en agosto próximo, señaló que “desde diciembre de 2015 hasta hoy hubo una inflación del 95%, y no son los trabajadores los culpables de ese proceso”, al justificar la huelga por 24 horas que lleva a cabo la central obrera con el apoyo de otros sindicatos y organizaciones.
“Fueron favorecidos los sectores que más ganan y que más tienen, como el sector agropecuario y las mineras”, afirmó Daer, y, al respecto, agregó: “Por eso estamos parando. No estamos parando porque creamos que es un fin en sí mismo, estamos parando porque estás políticas ya sucedieron en nuestro país y tuvieron desenlaces totalmente maliciosos para sectores amplios de nuestra sociedad”.
Y sostuvo que “hicimos todo. Hasta le fuimos a plantear que cuidaran el empleo, el poder adquisitivo del salario, la salud de los trabajadores y no hubo respuesta” (del Gobierno).
Carlos Acuña, el tercero de los jefes sindicales de la CGT, remarcó, por su parte, que la Casa Rosada no brinda respuestas a los reclamos de la central obrera.
“El paro no soluciona nada. El Gobierno debe dar soluciones y no las da”, aseveró. Además criticó las “agresiones” del Gobierno a los sindicalistas, que a su juicio han tenido “la suficiente prudencia”.
Yasky y la calle
El líder de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, dijo que el paro de ayer es “una señal de rechazo absoluto” al Fondo Monetario Internacional (FMI) y que el sindicato no piensan “abandonar la calle ni un instante” en su pelea por modificar la política económica.
En tanto, para el líder de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, ayer hubo “un paro espectacular”.
“Garantizamos que no vamos a abandonar la calle ni un instante”, dijo Yasky en la conferencia de prensa los líderes de las dos fracciones de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) ofrecieron junto a dirigentes de otros sindicatos que apoyaron la protesta convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT).
“Es una señal de rechazo absoluto, contundente, inapelable al Fondo Monetario Internacional”, interpretó Yasky al subrayar que “el pueblo no quiere al FMI interfiriendo en las decisiones económicas, no quiere más ajuste, más hambre, más tarifazos”.
También reclamó la “apertura de paritarias de forma inmediata para todos los sindicatos” y “respeto a las leyes laborales”.
“Si el gobierno piensa que el paro no sirve para nada lo va a terminar pagando caro, el año que viene como mínimo en las urnas, pero esto no termina hoy, se va a profundizar”, prometió el líder de la CTA de los Trabajadores.
Las estamaciones sobre pérdidas, según CAME
Las pérdidas en la facturación del sector comercial por el paro de la CGT fueron de 9.745 millones de pesos, estimó ayer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La entidad agregó en un comunicado que “la pérdida es muy fuerte dada la situación delicada del comercio Pyme”.
Para la CAME, “las medidas de fuerza que paralizan económicamente al país no ayudan a salir de la crítica situación en la cual se encuentra la Argentina”.
“Al contrario, la agravan porque perjudican, sobre todo, al pequeño empresario, que es la fuente de ingresos principal de miles de familias y genera el 60 por ciento del empleo”, enfatizó.
Según la entidad, 75,1% de los comercios del país se mantuvieron abiertos, pero con volúmenes de ventas bajos: se estima que cayeron 50 por ciento en relación a un lunes común. Sobre esos porcentajes, y en función del nivel de facturación diaria promedio que realizan los comercios un día lunes, se estima que se dejaron de vender 9.745 millones de pesos, precisó.
“El paro general dejó pérdidas muy significativas para el comercio”, agravado por “un contexto de caída en las ventas”, sostuvo la entidad en el comunicado.
Según la CAME, “para muchos de los comerciantes, especialmente en rubros como bares, restaurantes, indumentaria, calzados, difícilmente las ventas que se perdieron hoy se recuperen en otros días de la semana, porque las familias vienen cuidando mucho el presupuesto y todo lo que es consumo de paso ya no vuelve”.
“La mayoría de los comercios abrieron atendidos por sus propios dueños aun sabiendo que las ventas serían escasas por la falta de movimiento de gente en las calles debido al cierre de colegios, bancos, y la no circulación de transporte público”, señaló la entidad.
De acuerdo al relevamiento realizado por CAME en las ciudades capitales del país, 75,1% de los comercios se mantuvieron hoy abiertos, pero con grandes diferencias entre ciudades.