En concreto, los líderes europeos se mostraron preocupados porque la falta de progreso en las negociaciones sobre la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte pueda hacer fracasar un acuerdo completo del Brexit.

En la declaración final de la cumbre en Bruselas, exigieron además acelerar las negociaciones para regular la futura relación entre Londres y el bloque.

Londres y Bruselas negocian desde hace un año un acuerdo que regule la salida de Reino Unido del bloque, que se prevé sea una realidad el 29 de marzo de 2019.

Sin embargo, la cuestión irlandesa está impidiendo avances desde hace meses. "Hemos hecho progresos (en las negociaciones), pero persisten grandes y serias divergencias, en particular sobre Irlanda e Irlanda del Norte", señaló el jefe negociador europeo, Michel Barnier. "Queremos una cuerdo y yo trabajo en un acuerdo, pero el plazo es breve", señaló.

La cuestión es cómo evitar una frontera "dura" entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, que abandonará la UE con el resto de Reino Unido, convirtiéndose en una frontera exterior de la UE.

"Se necesita una mayor claridad, así como propuestas realistas y viables, por parte del Reino Unido en lo que respecta a su posición sobre las relaciones futuras", señala también el texto de la UE.

Londres ha prometido presentar sus planes de cooperación futura en las próximas semanas. "Estamos esperando y espero que contenga propuestas realistas sobre las que se pueda trabajar", dijo Barnier.

Sobre todo el sector económico está preocupado de que el acuerdo del Brexit no pueda estar listo puntualmente y que se produzcan situaciones caóticas. Pero ni siquiera en el caso de un Brexit regulado está claro qué tipo de relación vinculará en el futuro a la UE y a Londres, tras una primera fase de transición. Londres aboga por que esas futuras relaciones sean estrechas.

En la cumbre europea de Bruselas, la primera ministra británica, Theresa May, alertó al resto de 27 socios que no deben quedar lagunas en la cooperación de seguridad. 

Los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE) alertaron del riesgo de fracaso de las negociaciones para regular la salida de Reino Unido del bloque, e incluso llamaron a las partes a prepararse para el caso de un Brexit no regulado.

En concreto, los líderes europeos se mostraron preocupados porque la falta de progreso en las negociaciones sobre la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte pueda hacer fracasar un acuerdo completo del Brexit.

En la declaración final de la cumbre en Bruselas, exigieron además acelerar las negociaciones para regular la futura relación entre Londres y el bloque.

Londres y Bruselas negocian desde hace un año un acuerdo que regule la salida de Reino Unido del bloque, que se prevé sea una realidad el 29 de marzo de 2019.

Sin embargo, la cuestión irlandesa está impidiendo avances desde hace meses. "Hemos hecho progresos (en las negociaciones), pero persisten grandes y serias divergencias, en particular sobre Irlanda e Irlanda del Norte", señaló el jefe negociador europeo, Michel Barnier. "Queremos una cuerdo y yo trabajo en un acuerdo, pero el plazo es breve", señaló.

La cuestión es cómo evitar una frontera "dura" entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, que abandonará la UE con el resto de Reino Unido, convirtiéndose en una frontera exterior de la UE.

"Se necesita una mayor claridad, así como propuestas realistas y viables, por parte del Reino Unido en lo que respecta a su posición sobre las relaciones futuras", señala también el texto de la UE. Londres ha prometido presentar sus planes de cooperación futura en las próximas semanas. "Estamos esperando y espero que contenga propuestas realistas sobre las que se pueda trabajar", dijo Barnier.

Sobre todo el sector económico está preocupado de que el acuerdo del Brexit no pueda estar listo puntualmente y que se produzcan situaciones caóticas. Pero ni siquiera en el caso de un Brexit regulado está claro qué tipo de relación vinculará en el futuro a la UE y a Londres, tras una primera fase de transición. Londres aboga por que esas futuras relaciones sean estrechas.

En la cumbre europea de Bruselas, la primera ministra británica, Theresa May, alertó al resto de 27 socios que no deben quedar lagunas en la cooperación de seguridad. (AFP)