Estados Unidos impondrá una nueva ronda de aranceles de un 25% a bienes procedentes de China valorados en aproximadamente 16.000 millones de dólares, que entrará en vigor el próximo 23 de agosto, ha informado la Oficina del Representante de Comercio Exterior estadounidense. Estos aranceles adicionales forman parte de la misma batería que los gravámenes impuestos el pasado 6 de julio a importaciones chinas valoradas en 34.000 millones de dólares.
Esa oficina ha especificado que la medida "forma parte de la respuesta de Estados Unidos a las prácticas comerciales desleales de China relacionadas con la transferencia forzada de tecnología y propiedad intelectual estadounidenses". Los aranceles se impondrán sobre 279 líneas de productos -frente a los 284 artículos que valoraba la lista inicial- y abarcan bienes vinculados a las industrias química, petrolera y de ingeniería motriz, entre otros.
Ésta es la segunda vez que Estados Unidos impone aranceles a los productos chinos en el último mes, a pesar de las quejas de las empresas estadounidenses, que advierten que tales movimientos aumentan sus costes de producción y, finalmente, los precios al consumidor.
Respuesta de Pekín
Washington impuso el 25% en aranceles adicionales a productos chinos valorados en 34.000 millones de dólares el pasado 6 de julio, lo que provocó la respuesta de Pekin con aranceles a bienes estadounidenses de un alcance similar.
No obstante, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado instrucciones a la oficina de comercio exterior de revisar la imposición de otra nueva ronda arancelaria sobre otrtos 200.000 millones de dolares en importaciones chinas, elevando la tarifa del 10% inicialmente prevista hasta un 25%.
Esos nuevos gravámenes podrían entrar en vigor el 5 de septiembre, cuando finalice el período de consulta pública sobre la medida. Además, Trump ha sugerido que se podrían gravar con impuestos todas las importaciones de productos chinos para reducir el abultado déficit comercial con el gigante asiático, que se calcula en unos 375.000 millones de dólares anuales.
Los aranceles sobre China se suman a los impuestos por Trump a nivel mundial a las importaciones de acero (25%) y aluminio (10%), de los que sólo eximió a algunos países.