Durante el discurso de asunción a la presidencia Iván Duque, se pronunció sobre los acuerdos de paz y las víctimas del conflicto. Sobre las víctimas, el jefe de Estado aseguró que las víctimas “deben contar con que habrá reparación moral, material y económica por parte de sus victimarios y que no serán agredidas por la impunidad”.

Frente al proceso de paz dijo que cree en la desmovilización, el desarme y la reinserción de la base guerrillera. “Muchos de ellos fueron reclutados forzosamente o separados de su entorno por la intimidación de las armas. Estoy convencido y comprometido con buscar para la base de esas organizaciones, oportunidades productivas y velar por su protección”, expresó Duque.

El analista internacional de LT9 Pedro Brieger, sostuvo que "fue interesante el discurso tal vez no tanto por lo que dijo sino por lo que no dijo, pero lo más notable fue el discurso del presidente del Senado, Ernesto Macías, de tono muy duro, muy crítico respecto de Juan Manuel Santos, sin sutilezas y describió un país que heredaba Duque en un estado catastrófico, eso fue lo más comentado en Colombia". 

"Parecía el discurso de alguien de izquierda que asume después de un gobierno de derecha y dice que dejaron un país destrozado convertido con con altos índices de desocupación, con una deuda impagable, con crímenes sociales y Colombia como primer productor de coca del mundo", agregó.

Además agregó que "Juan Manuel Santos en el discurso ante Naciones Unidas el año pasado dijo que a veces el remedio es peor que la enfermedad sobre la utilización de las FF.AA. El panorama es sombrío, Colombia es presentado en algunos casos como un ejemplo de crecimiento, pero sigue siendo el primer productor de coca del mundo, entonces algo está fallando".

Acerca de la situación de Venezuela, indicó que "sorprendió el discurso de Duque, pero Uribe en un encuentro privado dijo que EE.UU tenía que ayudar a derrocar a Maduro. Además es notable como todos hablan de Venezuela como si fuera el único país que tiene problemas en la región. Pareciera que el único país que tiene problemas es Venezuela, con Colombia tienen la frontera en común pero no hay presidentes de latinoamérica atacando a Colombia por el narcotráfico. Hay una obsesión de políticos latinoamericanos con Venezuela. Gran parte de estos partidos de la derecha latinoamericana tienen relación con EE.UU", finalizó Brieger.