Marcado por la ausencia de Luiz Inacio Lula da Silv, preso desde abril, se celebró este jueves el primer debate televisivo entre los principales candidatos a las presidenciales en Brasil.
Entre los presentes figuraron el socialdemócrata Geraldo Alckmin, la ambientalista Marina Silva y el exministro de Hacienda Henrique Meirelles.
En un escenario sin Lula, encabeza los sondeos el ultraderechista Jair Bolsonaro, excapitán del Ejército y nostálgico de la dictadura militar, que se autoproclama como único salvador de Brasil.
"Mostraremos a la gente que primero pondremos a Brasil por delante. Eso es lo que haremos, en el nombre de Dios, a quien pedimos que nos guíe para resolver los problemas de la mejor manera posible porque Brasil no puede estar bajo otro mandato del Partido de los Trabajadores (PT) y del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB)", declaró Bolsonero.
Lula, que anunció su candidatura, cumple una condena de 12 años por corrupción, lo que le inhabilita para presentarse a un cargo electivo.
Antes de iniciarse el debate, el vicepresidente del Partido de los Trabajadores y exalcalde de Sao Paulo, Feranando Haddad, leyó una carta del exmandatario: “La decisión de excluirme del debate presidencial en la televisión viola los derechos de los brasileños, el derecho de otros candidatos a debatir mis propuestas e incluso a criticarme mientras me miran a los ojos y mi derecho a responderles".
Durante el debate, los candidatos a las presidenciales que se organizarán en octubre, prometieron crear empleo mientras pasaban de puntillas sobre la corrupción.
Fuente: www.euronews.com