El running es un fenómeno masivo que viene ganando adeptos en todo el globo. Y las maratones son pruebas de exigencia para quienes participan y buscan vencer sus propios récords. En este tipo de competencias, la incidencia de muerte súbita es de 1,6 cada 100.000. Por eso, cada vez se enfatiza más en la prevención y rápida atención de corredores que puedan sufrir un paro cardíaco durante estos eventos.
Un equipo de cardiólogos y personal de emergencias de Japón creó un sistema rápido de desfibrilador externo automático (DEA) para proporcionar reanimación cardiopulmonar (RCP) e intervención con DEA para corredores en paro cardíaco durante carreras de calle. Los resultados fueron excelentes: lograron reanimar a 28 de los 30 corredores que sufrieron paros cardíacos durante las carreras en que se utilizó este método, que logró brindar reanimación cardiopulmonar a los 50 segundos del colapso y pudo dar la primera descarga de desfibrilador a los 2 minutos y 10 segundos de promedio. Los dos corredores que fallecieron sufrieron el colapso sin presencia de otras personas y no pudieron ser reanimadas a tiempo.
Los médicos que llevaron adelante este método publicaron los resultados en The New England Journal of Medicine. En total, pusieron en práctica este sistema en 251 carreras de entre 10 y 42,2 kilómetros que se desarrollaron entre los años 2005 y 2017, de las que participaron 1.965.265 corredores. Y asistieron a un promedio de 1,56 paros cardíacos cada 100.000 corredores.
Independientemente de la duración de la carrera, un total de 21 de los paros cardíacos (70%) ocurrieron en el último cuarto de la carrera de distancia o cerca de la línea de meta de la carrera.
En los 28 corredores con paro cardíaco presenciado, el intervalo medio entre el colapso y el inicio de la RCP básica fue de 0,8 minutos y el intervalo mediano entre el colapso y la primera descarga de desfibrilador fue de 2,2 minutos. Se administraron descargas a 23 corredores que tenían fibrilación ventricular, y otros 5 corredores se recuperaron solo con RCP básica. El intervalo medio entre el colapso y el retorno de la circulación espontánea fue de 5,5 minutos.
Todos estos corredores tuvieron retorno de circulación espontánea en el campo, y todos tuvieron un resultado neurológico favorable. La media de la duración de la hospitalización fue de 5 días.
¿Cómo organizaron la atención médica? La clave del sistema está en contar con equipos móviles compuestos por parejas de paramédicos que acompañan la carrera en bicicleta y van equipados con desfibriladores y kits médicos de emergencia. También hay equipos a pie, distribuidos en pares, integrados por estudiantes de paramédicos que llevan equipos DEA y capaces de proporcionar un soporte vital básico. Además hay despachadores de comunicaciones médicas, personal de una estación de primeros auxilios y médicos voluntarios que se ofrecen para la carrera y están disponibles a través de un teléfono con GPS para acudir si es necesario.
“Colocamos a los miembros del equipo a lo largo de la traza, posicionados para que puedan llegar a una víctima rápidamente, iniciar RCP dentro de 1 minuto del colapso y aplicar un DEA dentro de los 3 minutos del colapso”, señalaron los investigadores.
El sistema está compuesto por seis equipos:
1. Equipos DEA móviles. Pares de paramédicos en bicicleta que llevan desfibriladores. Cada pareja cubre una sección de 1,5 kilómetros del recorrido. Tienen una media de movimiento de 425 metros/minuto y ubicándolos en un intervalo de 1,5 kilómetros la desfibrilación estaba disponible en tiempo máximo de 3 minutos.
2. Equipos DEA a pie. Parejas de estudiantes de paramédicos que llevan desfibriladores. Eran proveedores certificados de RCP, por lo que eran capaces de brindar soporte vital básico y brindar primeros auxilios. La media de movimiento de estas parejas era de 232 metros/minuto y estaban colocados cada 1 kilómetro en la primera mitad del recorrido y cada 800 metros en la última mitad. Así, permitía tener RCP y primeros auxilios disponibles en 3 minutos.
3. Estaciones de primeros auxilios. Se ubicaron cada 5 kilómetros desde el inicio del recorrido hasta el final. Cada estación cuenta con médicos, enfermeras y entrenadores.
4. Centros de control médico y despacho. Están equipados un médico y dos o tres paramédicos responsables. Desde allí se coordina y dan las instrucciones cuando se produce un paro cardíaco a través de un GPS de teléfono. Pueden rastrear las ubicaciones del personal en tiempo real.
5. Voluntarios en el camino. Son asistentes y personal de seguridad que se encuentran al costado del recorrido. En caso de emergencia médica, el voluntario llama a la sede para notificar al despachador la ubicación y situación. Están entrenados para aplicar RCP y primeros auxilios.
6. Médicos que corren. Son médicos voluntarios que corren la carrera. No llevan DEA pero sí teléfonos con GPS y máscaras de bolsillo para iniciar RCP en fases tempranas. Pueden evaluar a los pacientes que se descomponen. Permite un primer contacto y notificación temprana al sistema Rapid Mobile DEA.
Fuente: Clarín.