Según la agencia oficial de Medio Ambiente de Canadá, citada por varios medios, el tornado del viernes fue clasificado como de categoría 3 (en la escala de de 5 de Fujita), con vientos de hasta 250 km/h.
Después de visitar Dunrobin, una zona fuertemente golpeada en el oeste de la ciudad, el alcalde de Ottawa, Jim Watson, relacionó lo sucedido con un bombardeo aéreo, y añadió que el tornado fue "de los dos o tres eventos más traumáticos que han afectado nuestra ciudad" en la historia."No había tenido una experiencia como está en toda mi vida viviendo en Ottawa", señaló, y agregó que "había 60 casas destruidas al menos parcialmente". Gatineau, en la provincia de Quebec justo al norte de Ottawa, fue también severamente golpeado por la tormenta.
Alrededor de 30 personas quedaron heridas, seis hospitalizadas y dos en condición grave, según autoridades del hospital que las atiende. La tormenta derribó docenas de líneas eléctricas a lo largo de la región, mientras que el alcalde anticipó que podría llevar varios días restablecer la electricidad para todos los afectados.
El primer ministro de Quebec Philippe Couillard, quien se encuentra en campaña para elecciones legislativas provinciales el 1 de octubre, modificó sus planes e igual que sus tres adversarios principales, visitó a víctimas en Gatineau.
Durante una conferencia de prensa, Couillard anunció que el gobierno de Québec donará un millón de dólares a la Cruz Roja para ayudar a la víctimas del siniestro.
En el vecindario de Mont-Bleu en Gatineau, un residente filmó un video mostrando cientos de escombros que se arremolinaban en el aire entre los edificios. "Hubo un corte de energía y menos de un minuto después, el aire empezó a golpear las ventanas", dijo a la AFP Vincent-Carl Leriche.
"El tornado duró menos de dos minutos. Los escombros volaban por todas partes, Nunca había visto ninguna cosa como así, excepto en Hollywood", añadió.