China rechazó la solicitud de ingreso de un buque de guerra estadounidense a Hong Kong para el mes próximo, según el Consulado General de EE.UU. en Hong Kong, y el máximo oficial naval de Pekín canceló una reunión de alto nivel con su homólogo estadounidense luego de ser convocado a China, de acuerdo al teniente coronel Dave Eastburn, portavoz del Pentágono.
Estas medidas se dan mientras el agravamiento de la guerra comercial hace sospechar a Pekín de que los últimos aranceles del presidente Donald Trump forman parte de un plan maestro para evitar que China amenace el dominio estadounidense de la región del Índico-Pacífico.
La semana pasada, el Gobierno de Trump impuso sanciones sin precedentes a una agencia china de adquisiciones militares y a su director porque supuestamente compró aviones de combate rusos, alegando una violación de las sanciones estadounidenses.
"Todo cierra", dijo Jean-Pierre Cabestan, profesor de relaciones entre EE.UU. y China en la Universidad Bautista de Hong Kong. "Que la verdadera intención de Trump sea contener el ascenso de China les viene al pelo a los líderes chinos conservadores como Xi Jinping".
El último ataque de Trump llegó el miércoles, cuando acusó a China de intentar interferir en las próximas elecciones legislativas de EE.UU., que se realizarán en noviembre. Trump dijo que tenía pruebas, pero no proporcionó ninguna.
También dijo que él y Xi podrían dejar de ser amigos. "No interferimos ni interferiremos en los asuntos internos de ningún país", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, en una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a través de un traductor. "Nos negamos a aceptar toda acusación injustificada contra China".
El Departamento de Estado de EE.UU. dijo que sus sanciones contra el Departamento de Desarrollo de Equipos del Ejército chino –que supervisa la tecnología de defensa de China– no tenían como objetivo socavar la capacidad militar o la preparación para el combate de ningún país, sino imponer costos a Rusia en respuesta a su supuesta interferencia en el proceso electoral de EE.UU.
Entre los países que le compran armas a Rusia, solo China fue alcanzada por sanciones estadounidenses. Taiwán ha sido otro punto creciente de tensión entre EE.UU. y China desde la elección de Trump. Antes de asumir el cargo, este tuiteó acerca de su conversación telefónica –que rompió el protocolo– con Tsai Ing-wen, la presidenta de la isla, que es escéptica respecto de Pekín.
Posteriormente, Trump cuestionó la política de “Una China”, que orienta las relaciones entre EE.UU. y China desde los años setenta.
Este mes, el buque de guerra británico HMS Albion navegó por las islas Paracel, ocupadas por los chinos, en el disputado Mar de China Meridional, lo que refuerza la sensación de que los países estaban uniendo fuerzas con EE.UU. para obstaculizar la expansión china en esas aguas, de las cuales Pekín reclama más del 80 por ciento, dijo Collin Koh Swee Lean, investigador de la Rajaratnam School of International Studies de Singapur.
Un panel de arbitraje internacional en La Haya dictaminó en 2016 que los reclamos de China no tienen validez legal. El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. (Bloomberg/Perfil)