Collomb, uno de los primeros aliados de Macron cuando éste se lanzó en 2016 en la carrera por el Elíseo, presentó su renuncia el martes para volver a su antiguo cargo de alcalde de Lyon (centro-este).
Este veterano de la política, de 71 años, había intentado dimitir el lunes, pero el jefe del Estado rechazó su renuncia.
Sin embargo, Collomb no se dio por vencido y volvió a la carga 24 horas después. "Mantengo mi propuesta de dimisión", declaró desafiante en una entrevista con el diario Le Figaro.
La incertidumbre duró varias horas, pero la presidencia no tuvo otra opción más que ceder. Macron "aceptó la dimisión de Gérard Collomb y pidió al primer ministro que ocupe el cargo de forma interina hasta que se nombre un sucesor", indicó el Elíseo a la AFP.
La rocambolesca renuncia de Collomb abre una nueva crisis dentro del gobierno de Macron, cuya popularidad está en caída libre, después de poco más de un año en el poder.
Según un sondeo BVA realizado en septiembre, la aprobación del centrista ha caído al 32%, su nivel más bajo desde su elección en mayo de 2017.
A esto se suma también la dimisión pocas semanas antes de dos pesos pesados del gobierno: la de Nicolas Hulot, su ministro estrella, que renunció a la cartera de Ecología en vivo en la radio y sin avisarle antes, diciendo que se sentía "muy solo" en los asuntos de medioambiente, y la de la popular ministra de Deportes, Laura Flessel.
El primer ministro, Édouard Philippe, ocupará la cartera de forma interina hasta que Macron encuentre al candidato ideal. Interior es clave en un país que desde 2015 vive bajo la amenaza constante del terrorismo.
Entre los nombres que circulan este miércoles en la prensa figura el del ministro de Presupuesto Gérald Darmanin, el del secretario de Estado Christophe Castaner y el del portavoz del gobierno Benjamin Griveaux.
La relación de Macron con su primer ministro comenzó a deteriorarse a mediados de este año con el "caso Benalla", el nombre del exresponsable de la seguridad del presidente que fue filmado agrediendo a manifestantes durante las protestas del 1 de mayo.
Convocado a comparecer ante una comisión de investigación parlamentaria, Collomb se había defendido de haber encubierto a Alexandre Benalla y había apuntado la responsabilidad de la mala gestión de ese caso a la presidencia, que no informó sobre los hechos a la justicia.
Collomb "no apreció haber sido puesto en primera línea en este caso que no a su parecer no le concernía", explicaron miembros de su círculo.
En septiembre, el ministro del Interior dio un paso más hacia la ruptura al criticar la "falta de humildad del ejecutivo". Quince días después, Collomb anunció su intención de volver a ser alcalde de Lyon, ciudad que dirigió durante 16 años antes de ser nombrado ministro.(AFP)