El sucesor de Temer (del PMDB) surgirá de una serie de candidatos entre los cuales encabeza las preferencias el ultraderechista y ex capitán del Ejército Jair Bolsonaro (Partido Social Lliberal, PSL), seguido por el "delfín" de Lula da Silva, el ex alcalde de San Pablo Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores, PT), quienes, a su vez, tienen los mayores índices de desaprobación en los sondeos, 44% y 38%, respectivamente.
Bolsonaro ha generado una relación amor-odio en el electorado con declaraciones racistas, xenófobas y de reivindicación de la última dictadura militar brasileña.
La elección de mañana encuentra a Brasil en medio de una recuperación económica que este año podría ser de entre 2 y 3%, tras una recesión fuerte, sobre en 2015 y 2016, que coincidió con el proceso de destitución e Rousseff y el estallido del Lava Jato, el escándalo que desveló una trama de corrupción público-privada que terminó con políticos y empresarios detenidos a partir de
las revelaciones de corrupción, en el país y en la región, de la multinacional brasileña Odebrecht.
Empero, Rousseff no fue destituida por el Senado en agosto de 2016 por corrupción - como sí Lula - sino acusada de violar las leyes presupuestarias
Además de Bolsonaro y Haddad, los electores brasileños podrán elegir entre varios candidatos como el laborista Ciro Gomes (PDT), tercero en las encuestas, el socialdemócrata Geraldo Alckmin (PSDB) y la ambientalista Marina Silva (REDE).
También se postulan a la Presidencia Guilherme Boulos (PSOL) y Alvaro Dias (PODE), ambos de centroderecha.
Bolsonaro tiene el 35% de intenciones de voto seguido por Fernando Haddad, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) con el 22% y con el 11% está Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista, según la última encuesta de Datafolha.
La elección de mañana habilita a votar a 147,3 millones de electores, repartidos en 83.000 centros de votación en los 5.570 municipios de los 27 estados del país.
También se elegirán dos tercios de los 81 miembros del Senado federal, 513 miembros de la Cámara de Diputados, así como gobernadores y vicegobernadores.
Para que un candidato acceda a la Presidencia en la primera vuelta de mañana deberá obtener más del 50 por ciento de los votos, lo cual, a la luz de las últimas encuestas, parece difícil y todo apunta a que la elección se defina en un balotaje que se celebrará el 28 de octubre.
Haddad, afirmó hoy que Bolsonaro está apelando al "voto útil" debido a que sabe que será derrotado en un posible balotaje.
"El otro lado está desesperado porque ellos saben que si Bolsonaro es obligado a participar en debates (para la segunda vuelta), su liderazgo va a derretirse", afirmó Haddad en un video que publicó en sus redes sociales en vísperas de las elecciones.
El sucesor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del PT respondió de esa forma a la petición hecha el viernes por Bolsonaro para que el "voto útil" de los electores de candidatos ya sin opciones en los sondeos le ayude a ser elegido presidente el domingo sin necesidad de disputar una segunda vuelta.