En el informe de este viernes la APSV destaca las lluvias como el dato más importante, debido a que no se registran cortes de rutas por siniestros viales o piquetes.
Además, el organismo recuerda que se realizan obras de repavimentación de calzada y banquinas en varios tramos de la Autopista Rosario-Santa Fe, por lo que se solicita se solicita reducir la velocidad y respetar las indicaciones de banderilleros.
Y suma a los datos para tener en cuenta este viernes, la restricción de tránsito pesado en RP4 en el puente sobre el Río Salado, que regirá por los próximos 15 días
Los desvíos para camiones que viajan desde el norte se realizan hacia RN11 por RP62 a la altura de María Luisa.
Y para los que transitan desde el sur en RP6, desvían hacia RN11, por RP4 a la altura de Nelson.
Es fundamental ser consciente que si el clima nos juega una mala pasada, el conductor con su conducta proactiva, es el responsable de minimizar los riesgos que supone circular ante este fenómeno. La lluvia es un importante factor de riesgo ya que disminuye la visibilidad y la calzada se torna resbaladiza, complicando la adherencia del vehículo al suelo.
Desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial las recomendaciones para realizar un viaje seguro y evitar siniestros viales, son: reduzca la velocidad; mejore la visualización de su automóvil para que otros conductores lo vean; todos los pasajeros deben llevar los cinturones de seguridad abrochados; los niños deben viajar en los asientos traseros con los sistemas de retención adecuados a cada edad; no estacione sobre la banquina, sino sólo en zonas seguras donde la detención no implique un riesgo mayor; mantenga el parabrisas limpio permanentemente; lleve siempre encendidas las luces bajas.
EL FENÓMENO DEL ACUAPLANEO
Cuando se acumula agua en la calzada se produce un fenómeno físico muy frecuente en la conducción que es el “acuaplaneo” y se presenta cuando un vehículo ingresa a alta velocidad a un charco de agua, provocando la separación entre la llanta y el pavimento. En esas condiciones, la misma pierde contacto con el pavimento produciendo una gran inestabilidad del vehículo.
La única forma de evitar el acuaplaneo es reducir la velocidad de circulación lo necesario para que las llantas puedan cortar la película de agua que se tiene que atravesar y no pierdan el contacto con el asfalto, y de esa manera mantener el control sobre el vehículo.
Si este efecto sorprende al conductor, ya dentro del charco de agua, por ningún motivo se deben ejecutar maniobras bruscas, sino que se recomienda desacelerar sin aplicar los frenos bruscamente y esperar a que el vehículo pierda velocidad y recupere el control.
Conducir ante condiciones climáticas adversas es sinónimo de peligro y sólo el conductor posee las claves para contrarrestarlo: buen funcionamiento del vehículo, buena visibilidad, velocidad moderada y extrema precaución.