La policía brasileña arrestó a Joesley Batista, dueño y ex titular de la empresa empacadora de carne más grande del mundo, JBS, y cuyo testimonio fue clave en el proceso penal abierto contra el presidente brasileño Michel Temer. Este se cerró con una condena por falso testimonio contra Batista en agosto pasado. Ayer también se detuvo al vicegobernador de Minas Gerais, un hombre del partido de Lula da Silva, el PT.
El dueño de JBS Joesley Batista fue arrestado, así como Ricardo Saud, ex ejecutivo de la empresa matriz de JBS. También resultó detenido Antonio Andrade, vicegobernador del estado de Minas Gerais y quien fue ministro de Agricultura de la presidenta Dilma Rousseff entre 2014 y 2015. Batista y Andrade habrían armado un esquema de corrupción en torno a las ventas y exportaciones de carnes.
La Policía Federal dijo en un comunicado que los arrestos son parte de una investigación por corrupción entre los años 2014 y 2015 en donde los empresarios pagaban sobornos a funcionarios públicos y políticos vinculados con el Ministerio de Agricultura a cambio de decisiones favorables y regulaciones que ayudaban a JBS a eliminar a la competencia. La policía dijo que hay evidencia de que algunos inculpados intentaron desviar la investigación.
La Policía Federal agregó que había arrestado a otras 16 personas y todavía buscaba a tres más. También realizaba varios allanamientos.
JBS es una de las compañías al centro de la investigación Lava Jato, que ha revelado enormes sobornos de empresas a políticos para asegurar favores políticos y contratos públicos, en general en perjuicio de la estatal Petrobras. En este caso, se trata de otra rama del Lava Jato, la Operación Capitu, que indaga sobre las coimas pagadas a cambio de favores y contratos para las empresas del sector cárnico. Varios ejecutivos de JBS testificaron que la compañía pagó sobornos a cambio de recibir un "acuerdo de culpabilidad" que incluía entregar evidencia que enfatizó el involucramiento del presidente Michel Temer. Temer niega haber hecho algo ilegal y en dos ocasiones el Congreso votó en contra de enjuiciarlo mientras esté en el poder. Con un confuso audio dado a conocer por el ahora detenido Joesley Batista,este lo involucró en el caso. La grabación, sin embargo, no era clara y daba pie a Temer a negar que haya impulsado en la conversación con Batista un acto de corrupción. Batista entregó esa grabación como parte de su colaboración como "arrepentido". La denuncia fue desechada en agosto pasado y Batista fue condenado por daño moral y debió pagar 300.000 reales (unos 75.000 dólares) al presidente Temer.
La fiscalía acusa a Batista de negarse a dar información y revocó ese acuerdo de culpabilidad. Este mecanismo ha permitido al Lava Jato dar espectaculares avances, encerrando a numerosos políticos y empresarios. Mediante el trato, un imputado logra su libertad y el aligeramiento de la condena a cambio de colaborar en la causa. "Joesley Batista es colaborador del sistema de justicia", dijo su abogado Andre Callegari. "La orden para su arresto causa desconcierto en el contexto de una investigación en donde ya ha dado más de un testimonio como un testigo colaborador y entregado innumerables documentos". Pero para la Policía Federal Batista "mintió y ocultó hechos" dentro de su acuerdo de delación premiada. El objetivo de Joesley Batista era "sacar" a la Policía Federal "de la línea de investigación correcta", afirmaron responsables del caso. La Operación Capitu, desdoblamiento de Lava Jato, investiga el pago de coimas a altos funcionarios del Ministerio de Agricultura por proveedores de carnes entre 2014 y 2015.
Fuente: La Capital