Un preso mexicano llamado Gilberto Aguirre denunció el pasado 6 de noviembre al gobernador del estado de Veracruz (México), Miguel Ángel Yunes; al fiscal general del estado, Jorge Winckler Ortiz, y al fiscal anticorrupción, Marcos Even Torres, por seis delitos contra ocho reclusos de la cárcel Pacho Viejo, en el municipio Coatepec, entre los que se incluye la supuesta tortura por obligarles a escuchar canciones a alto volumen de Maluma y Bad Bunny.
Según Aguirre, el martirio se prolongó durante una semana sin interrupción en el interior de una sala de donde no los dejaban salir. Esta metodología tenía por finalidad forzarlo a testificar contra otros funcionarios.
"El ruido de la radio no me permitía conciliar el sueño debido al volumen de la música y la repetición de canciones de memoria USB con ritmos de banda y reggaetón", dice la denuncia de Aguirre, exfiscal de la localidad mexicana de Xalapa que fue condenado por desaparición forzosa de 13 cadáveres.
Según consta en la denuncia, otros seis presos también fueron sometidos a este tipo de tormento.