“Estoy envenenada” dijo Belkys, la propietaria de una despensa de barrio Belgrano, que se siente jaqueada por lo que tiene que pagar de servicios y lo que cayeron las ventas en los últimos meses. “Hoy vendemos a un precio y cuando queremos reponer ya no nos alcanza”.
Hace unos días no se podía vender la papa por el precio, ahora fui al mercado y no pude traer zapallo brasilero porque estaba muy caro, describió Belkys, que se encarga de hacer las compras mayoristas y atender su propia despensa de calle San Martín en Barrio Belgrano.
La gente viene a comprar una cebolla, una papa, fideos, y buscan lo más barato, dijo la propietaria que hace 30 años tiene ese comercio y pagando todos los impuestos, como ella misma decía.
Por su parte, Leonardo, propietario de un almacén en Villa Setúbal, destacó el cambio de hábitos de los clientes al momento de comprar. Ahora nos piden las promociones, dijo.