Crece la tensión política en Francia por el alza de los combustibles y este sábado la gran marcha convocada en París por los llamados "chalecos amarillos" terminó en incidentes con la Policía, que arrojó gases lacrimógenos para intentar contener a los manifestantes, que protestan por la pérdida del poder adquisitivo.
El presidente Emmanuel Macron, buscará a principios de la próxima semana tomar la iniciativa con un nuevo paquete de medidas sociales. Así lo señalaron medios locales que destacan que el martes próximo el mandatario hará un conjunto de propuestas para que la transición ecológica sea lo menos dañina posible para los ciudadanos más vulnerables.
Eso puede incluir ayudas al aislamiento energético de los edificios, así como a los desplazamientos laborales, que se sumarían a las ya anunciadas en los últimos días por el gobierno, que descarta renunciar a la anunciada suba de los impuestos de los combustibles.
La estrategia de transición ecológica impulsada por Macrón, en la que se inscribe esta alza, busca inducir al menor consumo de combustibles fósiles, según informó Le Figaro.
Aunque no quiere dar marcha atrás en su idea de mantener una política impositiva ecológica, el martes puede lanzar propuestas para que sea "justa, equitativa y democrática", y no descarta el diálogo con los "chalecos amarillos", según fuentes del Eliseo.
Los mensajes del Ejecutivo han ido en los últimos días en la dirección de calmar el enojo de los manifestantes, la mayor parte de ellos concentrados en la Francia de provincias, lejos de los grandes núcleos urbanos.
Quizá por ello, para que el sentimiento de malestar se acerque al poder, convocaron esta manifestación en París.
Las autoridades tratan de enmarcar lo más posible ese movimiento, que carece de organizadores y no está respaldado oficialmente ni por partidos ni por sindicatos y que se reivindica exclusivamente ciudadano.