Un sorpresivo temblor generó cierto pánico entre los habitantes de la Capital Federal y del Conurbano bonaerense y hubo quienes asociaron el episodio con la cumbre de los presidentes del G20 que se realiza en el centro porteño.
Se trató de un sismo de 3,8 grados en la escala Richter, según confirmaron desde el Centro de Prevención Sísmica. El movimiento se produjo a 25 kilómetros de profundidad en la región.
Duró apenas unos segundos pero fue lo suficientemente fuerte para no pasar desapercibido y para desconcertar a los habitantes de la región, para quienes resultan completamente ajenos estos temblores.
El fenómeno se sintió con fuerza en La Plata y la zona sur del Conurbano, sobre todo en Turdera, Quilmes, Berazategui, Florencio Varela. Irene Pérez, geóloga de INPRES señaló a que "no es habitual que se mueva la tierra en Buenos Aires" ya que estos sismos "ocurren muy espaciados y son de baja intensidad".
La experta sostuvo que al ser un temblor mínimo no provocó ningún daño y que la vibración "tuvo que ver con el movimiento de las placas". Al referirse a las últimos movimientos sísmicos registrados en Buenos Aires, la geóloga recordó que "el 9 de agosto de 2016 ocurrió un evento características similares, que fue sentido en la zona de Guaminí que también tuvo una magnitud de 3.8ª en escala de Richter". Y también se produjo otro "el 7 de noviembre de 2016 de magnitud 4".