El compromiso del Papa fue parte de un discurso previo a la Navidad a la Curia Romana, la burocracia del Vaticano. Él usó tales ocasiones en el pasado para reprender a los cardenales y otros miembros de la Curia por sus fallas.

"A los que abusan de los menores les diría esto: conviértase y entregue a la justicia humana y prepárese para la justicia divina", agregó el pontífice.

"La Iglesia nunca buscará silenciar o tomar en serio ningún caso", prometió el Papa, y los casos pasados de negligencia o encubrimiento cuando se trata de acusaciones de abuso infantil "nunca deben volver a suceder".

En los últimos meses, ha habido una oleada de escándalos de abuso sexual por parte del clero en lugares como Estados Unidos, Alemania y Chile, que enfrentan a Francisco con la crisis más grave de su papado.

"Este año, en nuestro mundo turbulento, la barca de la Iglesia ha experimentado, y continúa experimentando, momentos de dificultad, y ha sido golpeada por fuertes vientos y tempestades", dijo el Papa.

El cardenal australiano George Pell, una figura de la Curia romana de alto rango, enfrenta actualmente cargos históricos de abuso sexual infantil en su país de origen.

El oficial de 77 años de edad, es el funcionario católico de mayor rango que enfrenta acusaciones de abuso sexual, y se ha tomado una licencia para regresar a Australia para defenderse.

Pell fue hasta el año pasado el jefe de la Secretaría de Economía, una posición que, extraoficialmente, lo convirtió en el tercer funcionario de mayor rango en el Vaticano.

En febrero, cuando el Vaticano será el anfitrión de una cumbre mundial de obispos sobre la crisis del maltrato infantil, "la Iglesia reafirmará su firme determinación de seguir incansablemente un camino de purificación", dijo Francisco.

Mirando hacia atrás a un año en el que se enfrentó a una crítica interna sin precedentes, incluida la renuncia de un diplomático del Vaticano, Francisco condenó la "infidelidad" dentro de las filas de la iglesia.

Al evocar la figura de Judas Iscariote, de quien se dice en la Biblia que traicionó a Jesús por dinero, Francisco dijo: "Detrás de estos sembradores de malezas, siempre encontramos las 30 piezas de plata".

Tales personas "se esconden detrás de las buenas intenciones para apuñalar a sus hermanos y hermanas en la espalda y sembrar malezas, división y desconcierto", lamentó el Papa.

En agosto, el arzobispo Carlo Maria Vigano, ex embajador en los Estados Unidos, pidió a Francisco que renuncie después de acusarlo de proteger del castigo retirado del arzobispo Theodore McCarrick, quien durante años había sido sospechoso de conducta sexual inapropiada, finalmente fue despojado de su título de cardenal en julio, luego de ser declarado abusador en serie de jóvenes sacerdotes y seminaristas.

Pero Vigano no ofreció evidencia de su exposición contra el papa. Varios comentaristas han enmarcado su ataque como parte de un ataque conservador contra Francisco y reformas relativamente liberales.

El viernes, el Papa también se refirió a la difícil situación de los migrantes y las minorías cristianas, quienes, en sus palabras, están siendo perseguidos tal como lo eran en la antigua época romana.

"Parece que la persecución cruel y cruel del Imperio Romano aún no ha terminado. Un nuevo Nerón siempre nace para oprimir a los creyentes únicamente por su fe en Cristo", dijo Francisco. (Ciudad del Vaticano /dpa)