Nahir Galarza ya no sueña ser una abogada penalista heroína, como los personajes de algunas de las novelas judiciales de John Grisham, que leía antes de caer presa.
El juicio en el que fue condenada a perpetua por matar a Fernando Pastorizzo el 29 de diciembre de 2017 en Gualeguaychú, Entre Ríos, le dejó una certeza: el mundo judicial la decepciona. Y más si ella fue la acusada.
"Prefiero a los abogados de ficción, los que resuelven injusticias", le dijo a un familiar. No fue una crítica a sus abogados Horacio Dargain y José Ostolaza, sino a los de la querella.
Además, en los dos últimos exámenes que rindió fue reprobada. "Es difícil estudiar con tanta presión, exposición mediática y encima en la cárcel", le dijo a una amiga.
Pero la joven de 20 años tiene otro plan. Estudiará Psicología. Tiene libros de Carl Jung y de Sigmund Freud, entre ellos sobre la interpretación de los sueños, un tema que la apasiona.
Ella asegura que muchas de las cosas que sueña son señales. "No sé si alguna ejerceré, pero me apasiona el estudio de la mente humana", dice.
Pero la sorpresa es su nueva pasión: ser diseñadora. En la cárcel de Paraná, dónde está detenida, comenzó un taller de corte y confección. Además miraba el reality del mismo nombre, cuyos jurados son Fabián Zitta, Verónica de la Canal y Benito Fernández.
"En el penal estoy aprendiendo a diseñar. Me encanta. Es más: el vestido de mi fiesta de egresados fue obra mía. El del casamiento de mis padres también. Y uno que usé en una disco lo hice yo. Ahora no sé si me veo diseñando y tampoco conozco a los diseñadores de moda, pero me gusta, recién estoy empezando, ya contaré cómo será mi primer diseño", le dijo a Infobae. En prisión aún no terminó ningún vestido.
Aunque no eran diseñadores, poco tiempo después del crimen salieron a la venta remeras con la cara de Nahir y la frase que dice en el video sexual que se viralizó: "Estoy aburrida".
Otra actividad que la fascina es la escritura. Tiene tres cuadernos con poemas y cuentos que ni se los muestra a sus padres. "Si algún día publicara un libro, no sería de lo que pasó ni de mi vida, sino de ficción", dijo. En la cárcel también asiste a un taller literario. Julio Cortázar y Juan José Saer son dos de sus autores favoritos.
Fuente: El Once