A través del Sistema de Alertas Tempranas por Olas de Calor y Salud del Servicio Meteorológico Nacional se procura anticipar a la población, con la mayor antelación posible, situaciones meteorológicas extremas y sus posibles efectos en la salud.
Este sistema tiene una clasificación de 4 niveles de situación de olas de calor y su efecto en la salud:
Verde: Mínimo estado de vigilancia durante el verano. Sin peligro sobre la salud de la población.
Amarillo: (sitauación en la que se encuentra la mayor parte de la región central del país) Las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo, bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas - cardíacas, renales, respiratorias, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes-. Se alcanza cuando se superan los umbrales en las temperaturas máximas y mínimas en una ciudad.
Naranja: Las olas de calor pueden ser muy peligrosas, especialmente para grupos de riesgo. Se declara cuando la ola de calor continúa en el tiempo y aumenta así el exceso de calor.
Rojo: Casos excepcionales de olas de calor. Pueden afectar a todas las personas saludables, y no sólo a los grupos de riesgo.
En este momento la ola de calor afecta la zona Centro-Noreste de Argentina dado que en el resto del país las temperaturas mínimas no son lo suficientemente elevadas.
Efectos sobre la salud
La ola de calor se puede pronosticar unos días antes de que se desate y el nivel de alerta marcará la intensidad de las medidas de prevención necesarias. Las consecuencias para la salud pueden ser de mayor o menor gravedad, dependiendo de la duración e intensidad de la ola de calor, del estado de salud general de cada persona y de las medidas preventivas que se tomen. En este sentido pueden presentarse alguno o varios de los siguientes síntomas o condiciones:
Golpe de calor
Deshidratación corporal
Decaimiento o debilitamiento
Fatiga
Dolor de cabeza
Escasez de apetito
Insomnio
Pulso acelerado
Calambres
Dolores musculares
Agotamiento
Transpiración abundante
Mareos síncopes
Baja presión
Además hay que tener en cuenta que las olas de calor pueden agravar o potenciar la aparición de una variedad de enfermedades e impactar negativamente en la salud.
Y pueden ser peligrosas, especialmente para los bebés y niños pequeños, adultos mayores o aquellas con enfermedades crónicas respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes-.
Es importante seguir las recomendaciones oficiales básicas para aminorar el impacto del calor sobre la salud. También será necesario procurar habitar viviendas construidas con materiales adecuados al clima, suficientemente ventiladas y con techos aislados para aminorar el impacto directo del sol sobre la vivienda.
Las temperaturas son más severas en las zonas urbanas que en las áreas rurales. Asimismo, pueden afectar a las personas que se encuentren en viviendas cuyo diseño no sea el adecuado, porque el calor se puede incrementar o concentrar en el ambiente interno.
Los alimentos frescos (frutas, verduras, etc.), así como los enlatados y embotellados, pueden verse afectados debido a las altas temperaturas. Dicha alteración puede descomponer los alimentos y bebidas y volverlos tóxicos y no aptos para su consumo.
Los servicios de salud ante la ola de calor, pueden ver incrementada la demanda de atención, en especial en las áreas de pediatría y de emergencias. Es relevante estar informados sobre las medidas sanitarias aplicadas a nivel local y nacional frente a la ola de calor.