El PIB desestacionalizado del cuarto trimestre de 2018, con respecto al tercer trimestre, arrojó una variación de -1,2%.
Fuentes del ministerio de Hacienda destacaron que "la caída fue menor a la esperada, ya que el EMAE había publicado caídas del 1,8% trimestral y del 6,3% interanual. Esto implica que la economía se encuentra mejor posicionada para encarar la recuperación, ya que el arrastre estadístico, es decir, la dinámica que dejó el cuarto trimestre de 2018 a revertir en 2019, pasó de -2,9% a -2,4%".
Por el lado de los componentes de la demanda, las exportaciones tuvieron un buen desempeño en el cuarto trimestre, creciendo 10,4% contra el cuarto trimestre de 2017 y 15,0% contra el trimestre anterior (sin estacionalidad), el crecimiento trimestral más alto desde 2008.
"El crecimiento de las exportaciones es resultado de los avances realizados para mejorar la competitividad y la inserción internacional de la economía argentina, además de la mayor competitividad cambiaria. Hacia adelante, se espera que las exportaciones sean el principal impulso de la recuperación económica", destacaron desde la cartera económica.
Al dato de la desaceleración de la caída en el cuarto trimestre de 2018 hay que sumarle el hecho de que en diciembre ya se había registrado un dato positivo para el EMAE (0,7% mensual desestacionalizado), mientras que en enero la industria (IPI) y construcción (ISAC) crecieron 4,6% y 4,4% (sin estacionalidad), respectivamente.
Las fuentes reslataron que "las señales que apuntan a que el piso de la recesión estuvo en noviembre se refuerzan si tomamos en cuenta los últimos datos difundidos por privados para el mes de febrero, donde la producción de autos (ADEFA) aumentó 6,4% mensual y la de despachos de cemento (AFCP) 16,6% mensual (ambos sin estacionalidad)".
Finalmente, con el dato cerrado del PBI en pesos corrientes del año 2018, el déficit primario del mismo año pasa a ser de 2,3 puntos del PBI (antes 2,4 puntos porcentuales), lo que representa una baja de 1,5 puntos porcentuales respecto a 2017.