Todos tuvimos alguna vez un sueño que nos hizo vibrar de sólo pensarlo pero que lo terminamos descartando por prejuicios, inseguridades o mera comodidad. Muchas veces fue el entorno mismo el que nos terminó pinchando el globo, aconsejándonos que mantener los pies sobre la tierra nos ayudaría a alcanzar las metas.
Pero afortunadamente no es el caso de Alyssa Carson, la joven estadounidense de 18 años que sueña, desde los tres, con viajar a Marte.
Su padre fue el primero en no decepcionarla y en motivarla a aventurarse en el largo camino que hoy transita de preparación física y mental para aplicar como tripulante para conocer el "planeta rojo"
“Cuando tenía 3 años estaba mirando dibujos animados y en un episodio los personajes viajaban a Marte. Me emocioné y salí corriendo a preguntarle a mi padre si viajar a otros planetas era posible”, relató Blueberry, como es conocida Alyssa, por su traje azul.
“Él, pese a que poco conocía sobre ciencia o sobre el espacio, me habló un poco sobre las misiones a la Luna, pero me dijo que era muy posible que mi generación pudiera ser la primera en viajar a Marte”, contó en su primera visita a la Argentina.
Ese fue el condimento, según detalla Alyssa, que le permitió sostener su sueño hasta la actualidad.
“Desde ese momento no dejé de buscar libros y videos sobre Marte”, detalló la joven astronauta, en el marco de una charla que organizó WINN (Women in the News Network) por su primer aniversario y del que fue la principal oradora.
“Y tanto insistí que, unos años después, mi padre terminó anotándome en un Space Camps” o campamentos espaciales organizados por la NASA, indicó.
A partir de ese momento pasó por muchas prácticas y horas de estudio. Hoy Alyssa habla chino, francés y español, además de su idioma natal, el inglés y planea entrar al mítico MIT (el Instituto Tecnológico de Massachussets) a formarse como astrobióloga.
“Para muchas personas es imposible realizar un viaje a Marte, pero si bien hace unos años era impensado por la falta de tecnología, ahora es más real”, sostuvo, confiada.
“Tenemos que contar lo que soñamos”, insistió Alyssa, porque según señaló “al compartirlo podemos generar y cambiar muchas cosas, motivar a otros, y así enriquecer además nuestras propias aspiraciones”.
La joven estadounidense, que viaja por el mundo como conferencista con el objetivo de comunicar y motivar a otros con su sueño de llegar a Marte, planteó que “es posible que en 2030 haya humanos haciendo investigaciones en ese planeta y en el futuro podría vivir gente allí. Hoy no es normal pero en algunos años sí podrá serlo”.
Al finalizar, convocó a “las mujeres, que cada vez son más, a pelear por nuestros sueños”.
Fuente: El Cronista