La Policía kazaja detuvo a 700 personas entre el domingo y el lunes en protestas contra las elecciones presidenciales y el resultado electoral, informó ayer el Ministerio del Interior, que defendió el trabajo de los agentes y volvió a asegurar que las marchas fueron instigadas desde el exterior.
La vocera del Ministerio, Nurdilda Oraz, confirmó a medios locales que en la capital kazaja, Nursultan (ex Astaná), y en Almaty, la segunda ciudad del país centroasiático, fueron detenidas 500 personas el domingo, de las que a 400 se les exigió responsabilidad administrativa.
La jornada electoral se vio empañada por los arrestos, efectuados por un gran dispositivo policial, y por el bloqueo de Internet por parte de las autoridades.
Las imágenes dieron la vuelta del mundo y la acción policial fue criticada el lunes por observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) como violación a las libertades fundamentales de reunión y expresión. (Télam)