El Índice de Precios Supermercados de Santa Fe (IPS) releva la variación de precios mes a mes de los productos publicados online de los principales supermercados de la provincia. Estas variaciones se vienen observando desde mayo de 2016 y el índice está compuesto por 9000 productos.
Para el mes de junio de 2019 hemos observado que la variación de precios con respecto a mayo del mismo año ha sido del 2,52%, la cifra más baja que arrojó el indicador en lo que transcurre el año.
Este número es una baja sustancial con respecto al mes pasado, donde el mismo indicador fue de 5,27%. Uno de los motivos de esta baja es que durante los meses de mayo y junio mismo el tipo de cambio tuvo una relativa estabilidad, pasando de un pico que tocó los $47 por USS 1 a fines de abril a niveles cerca de los $42 por divisa estadounidense. Si bien el tipo de cambio sigue relativamente en niveles altos, el techo psicológico de $47 parece estar lejano a los $42 que hoy podemos palpar. Los precios parecen haberse adecuado al techo alcanzado al tipo de cambio de fines de abril, evidenciando un índice alto para el mes de mayo y ahora para el mes de junio parece que se ha logrado una reducción más que importante.
Esta reducción a más de la mitad del índice se ha logrado con la conjugación de dos fenómenos buscados por el gobierno nacional, uno es la pax cambiaria mencionada antes, el otro es el diferimiento de los aumentos en las tarifas para luego de las elecciones.
La pax cambiaria fue lograda luego de que el gobierno obtuviera a principios de mayo, el aval del FMI para intervenir por debajo de la banda no intervención ($39,755 - $51,448) vendiendo dólares prestados por este organismo, sumado a las venta de las liquidaciones de divisas por el agro. Estas dos fuerzas de “oferta” de divisas al mercado lograron calmar las ansias por la divisa norteamericana demandada, y a su vez la disminución de importaciones resta demanda de dólares, ya que las mismas se redujeron por un dólar alto y por la crisis económica atravesada.
El aumento de tarifas retrasado para los meses posteriores a las elecciones han ayudado y mucho a que la inflación reduzca su velocidad ya que la energía (electricidad y gas) y los combustibles forman una gran parte de los costos de los productos, en este caso de los alimentos.
El IPS Santa Fe trae consigo otro indicador, que es la valorización de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y su variación con respecto al mes anterior. Esta canasta representa de una manera representativa cuánto tendría que gastar en alimentos una familia tipo, dos mayores y dos menores, para poder afrontar un mes sus actividades diarias. Las familias que no lleguen a poder consumir esta canasta se encontrarán en la zona de indigencia, si bien parece ser una manera fría de medir quien está por encima y quien no, ayuda a graficar las variaciones y los pormenores que una familia puede acarrear debido a los aumentos de precios mensuales.
En el mes de junio, la CBA logró un aumento del 3,07%, por encima del indicador IPS para el mismo mes, esto quiere decir que la variación de precios en los bienes de primera necesidad fueron más intensos que en el resto de los bienes comercializados por los supermercados en la provincia de Santa Fe.
Esto pone de manifiesto que la inflación no es la misma para todos los sectores sociales ya que en las familias de más bajos recursos el impacto es más fuerte por dos motivos, uno que los precios de los alimentos básicos aumentaron más que la media, y el otro es que al tener menos ingreso familiar, los alimentos forman una parte mayor del gasto total.
Una familia tipo necesitó haber gastado $ 14.871,57 para el mes de junio en alimentos de necesidades básicas, $442,39 más que el mes anterior para mantener el mismo nivel de consumo, Si comparamos el gasto extra realizado contra la misma canasta de seis meses atrás, o sea la de diciembre de 2018, la misma salió $ 2.755,57 más cara. En promedio una familia tipo mes a mes tiene que desembolsar $460 para poder mantenerse por encima del umbral de indigencia.
Este nivel de gasto extra mensual para mantener el nivel de consumo lo vemos también en la inflación supermercado acumulada para el año 2019 en su primer semestre, que ha sido del 26,39% para la provincia de Santa Fe, acercándose con rapidez al promedio de inflación del 34,8% estimado por el gobierno nacional en el presupuesto 2019, y superando con creces la inflación interanual esperada para diciembre de 2019 que es del 23%.
En conclusión se puede aducir que los alimentos de los supermercados son muy sensibles a las variaciones del tipo de cambio, ya que tenemos una canasta básica alimentaria casi totalmente dolarizada, y también son sensibles a las variaciones de las tarifas, ya que la energía y los combustibles (flete) forman gran parte de los costos de estos alimentos y productos observados en los supermercados.
Podemos agregar que las altas tasas de interés en la economía argentina nunca mencionada anteriormente, poco tienen que ver en la variación de los precios de la economía, solamente ha servido de ancla cambiario, fomentando la inversión de los pesos en el sistema financiero y no en la compra de divisas, fomentando la especulación financiera y desincentivando la inversión más importante, la productiva, la que absorbe mano de obra, crea valor agregado y da dignidad al pueblo entero.
Por Cristian Berardi, Investigador económico del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz - CESO