Un hombre de Dublín, Irlanda, consiguió hacer reír a sus familiares y amigos una vez muerto, tanto como lo hizo durante su vida. Shay Bradley planeó una broma antes de fallecer.
La escena: amigos y familiares se miran los unos a los otros incrédulos mientras Shay prosigue con su mensaje pregrabado: "Aquí está oscuro". En ese momento los presentes empiezan a reír. El hombre continúa: "Puedo escucharlos, ¿ese es el sacerdote? Estoy en la caja, ¿me pueden oír?".
Antes de morir Bradley había grabado ese mensaje para que lo pasaran en el funeral.
Su hija, Andrea, publicó en las redes sociales un bonito mensaje. "Mi padre siempre tan bromista. Nos reímos mucho justo cuando lo necesitábamos. Te amaré para siempre".
El hombre dejó con su partida a su esposa Anne y a sus hijos Jonathan, Susanne, James y Andrea, informa Dublin Live.Fuente: El Once