A sus 58 años, Eduardo Martí, se convirtió en el afortunado ganador de 44 millones de pesos en el Quini 6 y, para celebrarlo, organizó un "fiestón" con mucho cuarteto y fernet en el barrio de la localidad cordobesa de Villa Dolores donde creció y vive.
"Siempre jugaba y le decía a mis amigos que iba a hacer esto si ganaba, así que ahora estoy cumpliendo, yo sí cumplo" dijo. Antes de convertirse en millonario, Martí trabajaba como ordenanza en el edificio de los tribunales de la ciudad transerrana. Cuando se enteró que había ganado la lotería, a diferencia de otras personas que se ocultan cuando ganan mucho dinero, no dejado de gritar su felicidad a los cuatro vientos. Y parece esperar que esa exposición de algún modo lo proteja.
"Siempre fui un seco, y acá ya me conocían todos, y más ahora, no creo tener problemas, acá la gente es buena y no anda con malas intenciones" dijo.
Casado, con tres hijas jóvenes y tres nietos, el nuevo afortunado bailó con todos al ritmo de La Kura, una banda de jóvenes transerranos que ajustó un repertorio fiestero para la ocasión.
Hincha de Boca, de Belgrano y del dolorense Club Comercio, es aficionado al fútbol y al juego de truco, que comparte los viernes con sus amigos de tribunales.
"Acá hay amigos del barrio de toda la vida, también desde jueces y abogados de los tribunales, y gente muy humilde, yo no hago diferencias, acá estamos de paso", aseguró.
Y es que esa gran celebración tiene también otros motivos. En 2007, Martí vivió su peor momento laboral y personal: "Un intendente en 2007 entró a la municipalidad y despidió a 114 empleados, entre los cuales estaba yo, la pasé muy mal, tuve que irme a trabajar en lo que viniera, hasta me fui a la cosecha de uva a Mendoza, fueron más de dos años terribles, hasta que por suerte pude entrar a tribunales".
Martí compartirá el premio con una compañera de trabajo, que prefirió el anonimato. Descontados los impuestos, a cada uno le pertenecerán unos 15 millones.