El 23 de marzo escribí una nota también con referencia a lo militar “El hueco en nuestras trincheras”. Tal vez por eso que tenemos los peronistas de haber leído mucho a un General, o porque resulta grafico hablar de la guerra contra el virus en estos términos.
En esa nota hacía referencia que el esfuerzo de cuarentena que hacíamos 44 millones de argentinos, tenía un hueco en las defensas, por donde ingresaba el virus todos los días, que eran los repatriados del exterior. A los pocos días, no por mi ocurrencia, sino porque era de obvio sentido común, el gobierno decretó el cierre de las fronteras y el control estricto de los repatriados.
Hoy quiero adelantarme a plantear una nueva discusión, porque después del 26 de abril vamos a ingresar en otra etapa de la guerra.
¿Vamos ganando?
Vamos ganando, decía Galtieri. Pero todavía, no habían desembarcado los ingleses en las islas.
A juzgar por los números sin dudas vamos ganando. Voy a tomar España para compararnos porque ademas de los lazos culturales, tenemos casi la misma población; aunque -esta de mas decir- su nivel socio-económico esta muy por encima nuestro.
En España el primer caso se dio el 26 de febrero. En Argentina el primer caso fue el 3 de marzo seis días después. O sea que, prácticamente comenzamos juntos. Luego de 50 días España tiene hoy 195 mil contagiados y 20.453 muertos. Nosotros tenemos 2941 contagiados y 134 muertos.
La pregunta es: ¿y los “ingleses”?. Los “ingleses” todavía están en el mar arriba de su flota, nuestras defensas han sido tan eficientes, que solo algunas bombas nos produjeron 134 bajas. Sin duda Alberto, sin pasar por ninguna academia militar ha resultado un gran comandante.
La incertidumbre que todos tenemos es: ¿sera que con las bombas que les tiramos tienen suficiente y perdieron las ganas de pisar tierra argentina?, o ¿sera que están esperando que nos relajemos, para armar, un desembarco combinado de tropas por San Carlos y Bahia Alegre?.
Además, digamos que hoy, en las tropas argentinas hay un clima de creciente relajamiento e indisciplina. Nadie aguanta mas días en el pozo de zorro y algunos claman que los dejen salir aunque sea, a tomarse un cafecito en Palermo Soho.
La estimación de bajas
Los generales antes de las batallas siempre hacen una estimación de bajas, que por razones obvias no dan a conocer a las tropas de su mando.
En nuestro país hemos escuchado muchas veces hablar del “pico en mayo”, el “pico en junio”, etc.. Pero nunca hubo un dato oficial (y es correcto que no lo den) de cuantos contagiados y cuantos muertos consistiría ese famoso “pico”. Pero, sin hacer demasiada inteligencia militar, podemos inferir por algunos datos. Alberto planteó la necesidad de tener 10 mil respiradores. Teníamos 8500 y ahora estamos trayendo 1500 de China, mas los que sumemos de fabricación local. ¿Porque 10 mil? . Pues, podemos inferir la siguiente cuenta, si solo el 5% de los contagiados va a necesitar respiradores y necesitamos 10 mil estamos suponiendo un numero de 200 mil contagios, justo los que hoy tiene España.
Para atender esos 200 mil contagios, de los cuales el 20% -o sea 40 mil- van a necesitar tratamiento, se están montando camas en Tecnopolis y hasta en los hoteles alojamiento de Hurlimghan.
Ahora, recién estamos en 3000 contagios y el porcentaje de aumento diario va decreciendo. A este ritmo, deberían pasar tres o cuatro meses para llegar a los 200 mil… si es que no los derrotamos antes…
El dilema del comandante
El comandante, todas las noches mira los números del día, compara con lo que pasa en España, en EEUU, el Brasil, y salta de alegría. A los “ingleses” los tenemos bailando con las olas en el mar y castigados por los exocet de la fuerza aérea. Entonces Alberto mira el almanaque y dice “estiremos 20 días mas la cuarentena”.
Pero, el alto mando le pasa el parte “las provisiones se están agotando”, “estamos emitiendo”, pero no hay recursos genuinos. La economía también existe y juega muy fuerte en contra. Encima la tropa esta cada vez mas inquieta y se rebela a cada orden, pretextando que “no se respetan sus libertades individuales”.
Ringo Bonavena decía “arriba del ring estas tan solo, que hasta el banquito, te sacan”. Alberto escucha el panel de asesores médicos, el equipo de economía, los gobernadores, los intendentes, la CGT, la prensa, los diferentes lobbies. Después mira a su perro Dylan, y le dice “en que flor de kilombo estamos hermano”.
Poner a resguardo tras la muralla
Las presiones son tantas y los recursos tan escasos, que el Comandante, en algún momento deberá tener que tomar la dolorosa decisión de achicar el perímetro de la defensa, abrir flancos por donde se puedan colar los “ingleses”, y tratar de amurallar un perímetro donde proteger a los sectores mas vulnerables.
En España ( y en el mundo) el 85% de los muertos por COVID19 son mayores de 70 años. En los rangos etarios mas jóvenes, los vulnerables, son quienes tienen patologías preexistentes.
La lógica de un Comandante que se ha propuesto defender las vidas es crear una barrera, una muralla alrededor de los adultos mayores y las personas con riesgo preexistente.
Luego, administrar una liberación progresiva de actividades por etapas, y por ámbitos geográficos. Aquellas ciudades y provincias con menor circulación del virus podrán liberar su actividad en primer termino, pero manteniendo un control y vigilancia epidemiologica. Los sitios donde la circulación comunitaria del virus sea mayor deberán esperar.
Habrá actividades prohibidas por mucho tiempo como los eventos artísticos con publico, los restaurantes y bares que no puedan respetar las distancias reguladas, el ingreso ilimitado a shoppings y supermercados, etc etc..
Y, los adultos mayores, deberán comprender que el estado no los discrimina, que no hay una victimizacion por nuestra edad (me incluyo) sino que justamente este virus se le da por ser mortal con los mayores de 65 años. En 1956 la epidemia de polio afectaba principalmente a los niños menores de 5 años. A nadie se le hubiese ocurrido decir que protegerlos de la epidemia era “violentar sus derechos individuales”.
Este plan de mantener aislados a los adultos mayores y otros vulnerables ya ha sido anunciado en Francia por Macron, y levantó la misma ola de criticas que la de algunos intelectuales porteños.
El ensayista Alain Minc expreso: “¿Son los ancianos más contagiosos? No, no lo son. ¿Son los ancianos más vulnerables a Covid-19? Sí, pero es su libertad para correr el riesgo. El único argumento válido para justificar el confinamiento de los mayores de 70 años podría ser el deseo de no obstruir las unidades de cuidados intensivos” . Minc reclama “la libertad de correr el riesgo” de contagiarse y morir; bueno… es atendible. Pero...todos sabemos que en esta pandemia el punto mas débil es del desborde de los sistemas de salud, que dicho sea de paso son atendidos por médicos y enfermeras que no tienen la misma libertad, que reclama Minc para los suyos, de negarse a atender a las multitudes de enfermos que pueblan sus hospitales. Entonces aquí estamos en el punto donde la “libertad de contagiarse” de unos conspira (entre otros) contra el “derecho a la salud” de los trabajadores del sistema de sanidad.
Alguien ha dicho que vivimos en un mundo organizado en base al egoismo disfrazado de libertad individual. Y cuando se repite tanto “mis derechos”, “mi libertad”, mi, mi… suele ser una manifestación del egoismo interior que impide ver que vivimos en comunidad. Y como reza el viejo apotegma “ningún individuo se realiza en una comunidad que no se realiza” .
Hoy no importa edad o condición social, el “enemigo invisible”, en su ataque no reconoce clases, ni condición social, pero elije matarnos a nosotros, a los que ya pasamos los 65. Y, si tu elección es desafiar la muerte puede ser muy poético, pero sabe, que estas poniendo en riesgo a otros semejantes, que no eligen morir por un estúpido virus.
Entonces entendamos que el Estado, ese que muchos repudian, que hoy conduce nuestro Presidente nos quiere vivos y sanos a todos, incluso a los que reclaman su “derecho a morir en libertad”.