En una nueva demostración de fuerza contra el régimen de Pyongyang, aviones militares de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur sobrevolaron en la noche del martes la península coreana y realizaron ejercicios de disparo simulado sobre las aguas del mar del Este. Es la primera vez que las fuerzas aéreas de estos tres países participan en una maniobra nocturna combinada, un síntoma más de la creciente tensión que se vive en la región.
Según informaron fuentes militares de Seúl y Washington, dos bombarderos B-1B estadounidenses despegaron ayer tarde de la base militar de Guam, sita en la isla que Corea del Norte ha amenzado con destruir en reiteradas ocasiones durante los últimos meses. Durante su vuelo, se le unieron dos aviones de combate F-15K de Corea del sur y otros dos F-15 de Japón.
Después de entrar en el espacio aéreo surcoreano, los dos bombarderos realizaron un simulacro de ataque con misiles aire-tierra sobre el mar de la costa oriental de Corea del Sur, para luego sobrevolar la península y repetir el ejercicio en las aguas que separan este territorio de China. Corea del Norte, que considera este tipo de simulacros una grave provocación a su soberanía, todavía no ha respondido.
"Volar y entrenar por la noche con nuestros aliados de una manera segura y efectiva es una importante capacidad compartida entre EEUU, Japón y la República de Corea, y mejora la destreza táctica de los aviadores de cada nación", aseguró Patrick Applegate, del Centro de Operaciones Aéreas estadounidenses 613. "Esta es una clara demostración de nuestra capacidad para realizar operaciones sin interrupciones con todos nuestros aliados en cualquier momento y en cualquier lugar", apostilló.
Esta maniobra tuvo lugar en la noche del 72º aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, una fecha para la que muchos expertos pronosticaron -a la postre, de manera errónea- el disparo de un misil por parte de Pyongyang. En menos de dos meses, el régimen encabezado por Kim Jong-un ha disparado dos misiles que sobrevolaron territorio nipón y realizó su sexto ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha.
Por su parte, la de ayer fue la segunda operación militar de este tipo llevada a cabo por Estados Unidos en la zona en menos de tres semanas. La última se registró el pasado 23 de septiembre, cuando bombarderos B-1B y cazas estadounidenses sobrevolaron una parte de la zona desmilitarizada que separa a las dos Coreas que ningún otro avión militar estadounidense había recorrido en lo que va de siglo.
Mientras tanto, al otro lado del océano Pacífico, el presidente estadounidense Donald Trump era informado por su equipo de seguridad nacional sobre las posibles opciones de respuesta que baraja su Administración para frenar las amenazas de Corea del Norte. "La reunión de información y la discusión se centraron en una serie de opciones para responder a cualquier forma de agresión de Corea del Norte o, si fuera necesario, para impedir que Corea del Norte amenace a EEUU y a sus aliados con armas nucleares", detalló en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
Todos estos hechos tuvieron lugar horas después de que los medios de Seúl desvelaran que los piratas informáticos de Corea del Norte consiguieron hacerse en septiembre del año pasado con 239 gigas de información del Ministerio de Defensa surcoreano, una importante y sensible información entre la que se incluyen proyectos de operaciones militares conjuntas con EEUU en caso de guerra, el guión diseñado por si se detecta una infiltración procedente del norte o incluso un plan para intentar asesinar al líder supremo, Kim Jong-un.