Un hombre de 34 años identificado como Jonatan Adrián Francisco Servidio fue condenado a 30 años de prisión como autor de delitos contra la integridad sexual de dos niñas menores de edad cometidos entre 2011 y 2016 en la ciudad de Santa Fe.
La sentencia fue dictada por unanimidad por el tribunal pluripersonal integrado por los jueces Leandro Lazzarini (presidente), Sandra Valenti y Rodolfo Mingarini. Fue en el marco de un juicio oral que finalizó este mediodía en los tribunales de la capital provincial.
Por los hechos en perjuicio de las dos víctimas, Servidio fue condenado como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado (por la guarda y por ser cometido contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente), en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada (por la guarda, la convivencia y por ser la víctima menor de trece años). Los ilícitos fueron atribuidos en concurso real.
La fiscales Celeste Minniti y Alejandra Del Río Ayala, ambas pertenecientes a la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas), representaron al MPA a lo largo del debate.
Luego de la lectura de la sentencia, Del Río Ayala valoró “la decisión del tribunal porque es una pena muy cercana a la que inicialmente habíamos solicitado, que era de 32 años de prisión”. En la misma línea, resaltó que “estamos conformes porque fueron hechos graves que se cometieron durante muchos años en perjuicio de víctimas de muy corta edad”.
Acerca del monto de la condena, la fiscal indicó que “algunos de todos los parámetros que tuvimos en cuenta para pedir una pena tan elevada fue el hecho de que los abusos se cometieron contra niñas muy pequeñas y en un contexto de mucha violencia”.
Por su parte, Minniti recordó que “la investigación se inició en 2016 a partir de una denuncia radicada por una persona cercana al entorno de las víctimas”. Y agregó que “intervino la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia y las menores fueron apartadas del círculo familiar en el que estaban”.
Durante cinco años
Las fiscales precisaron que “los ilícitos que se investigaron fueron cometidos entre 2011 y 2016 en perjuicio de dos niñas menores de edad, ambas hijas de la expareja del condenado”. Y añadieron que "los delitos fueron perpetrados en ocasiones en las que la madre de las víctimas se iba a trabajar y las menores quedaban al cuidado de Servidio".
Por su parte, la fiscal Minniti expresó que "debemos recordar que estos abusos fueron cometidos por una persona que ejercía un rol paternal pero en un contexto de violencia física constante ya que, en el caso de ambas víctimas, el acusado amenazaba con matar a la familia de las niñas si contaban algo de lo sucedido".
Las funcionarias del MPA destacaron que "se trata de niñas pequeñas que tienen una diferencia de edad considerable con el acusado. Estas particularidades, sumadas a la modalidad y duración en el tiempo, son perfectamente idóneas para adelantar el desarrollo libre y progresivo de la sexualidad de las menores".
Con respecto a la pena impuesta, Del Río Ayala señaló que “es proporcional a la culpabilidad del acusado y a los hechos, que son de los más aberrantes que se pueden cometer contra niños, niñas y adolescentes”. Al respecto, concluyó que “a esto se suma la violencia desplegada sobre todo el grupo familiar y el aprovechamiento de quedar a cargo del cuidado de las menores, además del daño ocasionado a las víctimas”.