La empresa Vicentín tiene varios frentes judiciales abiertos y lo más sensible pasa por la Justicia Federal que en este momento tiene investigaciones abiertas para determinar si no hubo lavado de activos y evasión por parte de los directivos de la firma.
El Fiscal Roberto Salúm está dando los primeros pasos en la investigación y comienza esta semana a enviar oficios, literalmente, a todo el mundo. Deberá buscar la ruta del dinero que están reclamando los acreedores de Vicentín.
Uno de los pedidos que realizó Salum a la hora de comenzar a investigar una serie de denuncias que le llegaron a sus manos es el levantamiento de los secretos bancario, fiscal y bursátil. La resolución fue tomada ya esta semana por el Juez Aldo Alurralde, que este miércoles remitió nuevamente el expediente a la fiscalía junto a la resolución que le permitirá al Fiscal acceder a información sobre los movimientos de activos de la empresa.
Secreto financiero
Las entidades comprendidas en la Ley de Entidades Financieras no pueden revelar las operaciones pasivas que realicen.
El personal de las entidades financieras debe guardar absoluta reserva sobre todas las informaciones que lleguen a su conocimiento.
La denuncia que investiga Salum
La nueva denuncia, que ahora se tramita en la Fiscalía Federal de Reconquista que tiene a su cargo el Dr. Roberto Salúm, comenzó a investigar una denuncia realizada por el Estudio Moyano y Asociados. Este estudio jurídico es una firma de abogados internacional que tiene oficinas en Buenos Aires, Asunción y cuenta con alianzas de otros abogados en Nueva York, Londres, Islas Cayman, Islas Vírgenes Británicas y Bermudas.
Los denunciantes, que representan a empresas que tienen acreencias con Vicentín, son especialistas en casos de insolvencias transnacionales, con perfil de rastreo y recupero de activos en jurisdicciones offshore de habla inglesa. Son considerados en el mundo del derecho como “sabuesos” que buscan activos y sociedades en paraísos fiscales.
Los denunciantes cuentan que comenzaron con la investigación en diciembre de 2019 “centrados en la existencia de sociedades offshore a nombre de los Directores y accionistas principales del Grupo Vicentín S.A. en diversas jurisdicciones que incluyen Panamá, Islas Vírgenes Británicas, Paraguay y los Estados Unidos de América”.
“Hemos determinado la existencia, más allá de las sociedades argentinas identificadas como Grupo Vicentín, varias sociedades comerciales extranjeras, cuyo control accionario o Directivo está directamente relacionado con el Grupo Vicentín”, reza parte de la denuncia que ahora está en manos de Salúm y a la que accedió ReconquistaSF.com.ar en exclusiva, en contacto con el estudio jurídico denunciante.
Una de las primeras sociedades mencionadas es Vicentín Paraguay S.A. con oficinas en la ciudad de Asunción, con activos desconocidos, cuyos Directivos son el Sr. Gustavo Nardelli y el Sr. Alberto Padoán, conforme ellos mismos se presentaban en jurisdicción paraguaya. Vicentín Paraguay es miembro de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadoras de Cereales y Oleaginosas, según dicha cámara informa, la empresa Vicentín Paraguay exportaba la suma promedio de 180 millones de dólares.
La denuncia destaca que “las exportaciones agropecuarias en jurisdicción paraguaya, no tributan impuestos especiales (retención a las exportaciones agropecuarias), y están exentas del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) como forma de promover las exportaciones. Solo pagaría el tributo Impuesto a la Renta sobre las utilidades obtenidas. De un informe obtenido de la Secretaría de Estado de Tributación, Vicentín Paraguay no integra la lista de los primeros quinientos contribuyentes al fisco, pese al volumen exportado, por las razones esgrimidas.
En la investigación que realiza el estudio jurídico Moyano dice que “no existe a la actualidad informe sobre existencia de activos de Vicentín Paraguay S.A. Entendemos que las oficinas eran mínimas con la dotación de máximo seis personas. A través del relato de testigos, se ha determinado que Vicentín Paraguay S.A. funcionaba más como una empresa de corretaje agropecuario (broker), que de producción. Tenemos relatos de que las oficinas de Vicentín Paraguay S.A. prácticamente están cerradas desde noviembre de 2019, y que los empleados remanentes prácticamente no reciben instrucciones por parte de sus Directivos. En declaraciones hechas por el Sr. José Berea de fecha 14 de Febrero de 2020, el propio manifiesta que las actividades comerciales se han reducido al mínimo”.
Vicentín Paraguay es accionista y controlante de Renova
Los denunciantes también cuentan que la empresa Vicentín Paraguay es dueña de Renova, la planta más deseada del grupo Vicentín por su capacidad de producción de biocombustibles que la convierte en la más grande del planeta. Vicentín Paraguay es controlante de Renova en sociedad con Oleaginosa Moreno e Hijos, cuyo controlante es Glencore Finance Bermudas INC, de la jurisdicción de Bermudas, British Overseas Territory.
La venta de Renova
Según informa Glencore y la propia Vicentín S.A. el 2 de diciembre de 2019, Vicentín SA (en realidad Vicentín Paraguay SA) vendió el porcentaje de 16,67% de sus acciones a Oleaginosas Moreno e Hijos (Glencore), a través de una empresa controlada llamada RENAISCO B.V., por la suma de 123 millones de dólares. Nadie hasta el momento conoce el destino final de esa transacción y el lugar en que se realizó, pero claramente no tuvo lugar en Paraguay. Los “sabuesos” obtuvieron información de que parte de esos fondos fueron acreditados en cuentas pertenecientes a Vicentín Paraguay SA en el Banco BASA en Paraguay (ex Banco Amambay).
Los abogados ya iniciaron acciones penales contra Vicentín Paraguay en los tribunales del país vecino y están a la espera de movimientos entre los que se destacan allanamientos, investigaciones y embargos.
Fuente: ReconquistaSF