El empresario productor de teatro dio su punto de vista sobre la posibilidad de establecer pautas concretas y protocolos que permitan el desarrollo de la actividad, especialmente durante la temporada de verano.

Rottemberg dijo por LT9 que cuando habla de este tema tiene la sensación de la sábana corta. Comentó que en ambos casos coincidieron que hay que trabajar en el equilibrio entre la necesidad de trabajar y la seguridad que se le debe dar a la gente en materia de salud.

El empresario destacó el buen diálogo con las autoridades, dijo que hay mucho trabajo por hacer y mencionó que muchas veces le resulta contradictorio todo esto. Contó que en la reunión con el ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, Fernan Quiróz en un momento les dijo "todos tenemos razón,  pero yo estoy enterrando 50 personas por día". Y sabemos que eso es cierto y a todos nos ha tocado tener a alguien cercano, no sólo enfermo, sino uno de los fallecidos por este virus.

Por eso no podemos poner una responsabilidad desde el rol del trabajo. Acá las dos cosas van de la mano, la necesidad laboral y la responsabilidad sanitaria, sostuvo Rottemberg.

“Ante esto la mitad de la gente se enoja porque necesita trabajar y la otra mitad se enoja porque ponemos en riesgo de contagio a más gente. Entonces el mensaje suena contradictorio, pero yo ya me permito perder el eje y trabajar para logara las dos cosas”.

“El otro día quedé shockeado cuando se dijo no se puede trabajar, creo que hay que trabajar dando las garantías a quienes nos visitan y a nuestros trabajadores, porque trabajamos con material humano suceptible de contagios también. Es necesario buscar ese equilibrio y ver casi discrecionalmente qué lugares pueden cumplir con las normas sanitarias, porque no todos los lugares son iguales”.

El empresario expresó además que “a medida que pasan las semanas el protocolo en lo que respecta al espectáculo es mundial, y cada lugar, según la circulación y el avance del virus tendrá que ponerle un delicado equilibrio para poder trabajar y darle la tranquilidad a los que trabajan, cuidando la salud de los espectadores también”.

“Acá lo que tiene que quedar en claro es que hay una corresponsabilidad entre todos, porque si no tuviésemos un protocolo, no tendríamos forma de darle tranquilidad a la gente que viene a ver un espectáculo. Por eso no me enoja dedicarle tiempo a estudiar bien el tema, porque si nos demoramos es para darle mayor seguridad a todos”.

Rottemberg cerró la charla haciendo hincapié en el trabajo de los teatristas locales, que sufren la misma problemáticas de los reconocidos a nivel nacional. “Les dejo mi solidaridad, dijo, porque muchas veces hacen teatro por amor al arte”.