De costa a costa, las carreras en los estados más codiciados, incluyendo Florida, Carolina del Norte, Georgia y Pensilvania, eran demasiado reñidas como para que las cadenas de TV se atrevieran a proyectar un ganador.
Las cadenas sí proyectaron triunfos tempranos y predecibles de Trump y Biden en más de la mitad de los 50 estados del país, todos ellos territorios históricamente republicanos, como Kansas y Dakota del Norte, o demócratas, como California o Nueva York, adonde ambos llegaban como favoritos.
Los votantes que sufragaron en persona se sumaron a 102 millones de estadounidenses que votaron por anticipado en las últimas semanas, un asombroso número récord que representa el 73% de los votos totales emitidos en las elecciones presidenciales de 2016. (Telam)