Los investigadores de la NASA han anunciado el descubrimiento de un nuevo cuerpo celeste en la Vía Láctea. Es tan grande que no están seguros de si pueden calificarlo como un planeta, informa el portal Phys.org. El hallazgo ha sido realizado mediante el telescopio espacial Spitzer de la agencia espacial estadounidense, equipado con una cámara infrarroja que normalmente es utilizada para detectar exoplanetas.
El Spitzer también puede registrar las deformaciones del espacio formadas por los objetos masivos. Gracias a esta tecnología, a una distancia de 22.000 años luz de nuestro sistema solar fue detectado el objeto denominado OGLE-2016-BLG-1190Lb, cuya masa es 13 veces superior a la de Júpiter.
Fuente: Diario UNO