El comienzo de todo campeonato renueva ilusiones y reacomoda la mente para conseguir los objetivos trazados. En el caso de Colón y Unión se abre una nueva etapa ligada prácticamente a situaciones similares a resolver. Ninguno de los dos equipos tendrá compromisos internacionales (llámese Copas) y ambos deberán intensificar sus fuerzas para cosechar puntos que le den tranquilidad en los promedios de cara a la temporada 2022, cuando retornen los descensos, que serán nada menos que cuatro.
Los rojinegros son los más comprometidos, teniendo en cuenta que más allá de los ascendidos, inicia su periplo solamente arriba de Godoy Cruz en la tabla de los promedios. Es cierto que hay varios equipos en pocos puntos pero será necesario cosechar muchos de ellos para lograr tranquilidad. Y a Unión no le sobra nada, porque arranca solamente siete puntos por encima de Colón, lo que lo coloca en una situación en la que no debe tener distracciones. Sumar mucho en este torneo les daría cierta confianza para afrontar el 2022 con otras perspectivas. Pero además, lo pueden posicionar en llegar a las finales del torneo y posicionarse de muy buena manera para las Copas del próximo año. Pero está claro que lo prioritario es lograr una buena base de puntos que los alejen de los puestos comprometidos y complicados del promedio.
En cuanto a las expectativas que brindan los conjuntos, Colón ha logrado retener a Luis Rodríguez, lo que implica un hecho importante, y consiguió la llegada de Paolo Goltz, un anhelo del técnico para reforzar la defensa y de Alexis Castro para el mediocampo. Pero tiene en el comienzo un equipo corto especialmente en el ataque por la lesión de Morelo (volvería en la cuarta fecha) y la salida de Chancalay. Es la oportunidad en el inicio para los chicos nacidos en las canteras rojinegras: Sandoval y Farías. El técnico Eduardo Domínguez deberá extremar recursos para equilibrar los elementos que tiene a mano y conseguir resultados que alienten a conseguir el objetivo.
Por el lado de Unión, los retornos de Mauro Pittón y de Nelson Acevedo le dan un refuerzo importante para un mediocampo que necesita más equilibrio y regularidad. La llegada del chileno Peñailillo, requerido desde hace tiempo por el técnico, aportará más firmeza al fondo rojiblanco, otro de los sectores que deberá tener más regularidad. La posible salida de Franco Troyanski obligará seguramente a buscar un delantero más.
Azconzábal ha tenido el tiempo suficiente entre Copa Sudamericana y torneo local para saber que es lo que más le conviene al equipo para encontrar el ensamble en todos los sectores, una cuenta pendiente en la etapa anterior.
A los dos no le sobra absolutamente nada, pero dentro del contexto que representa el fútbol argentino están en condiciones de lograr lo planeado para esta nueva temporada. Las ilusiones se renuevan pero siguen intactas.