Una corte civil de su país lo condenó este martes a "restituir al Estado" unos US$206.660, tras encontrarlo responsable de enriquecimiento ilícito durante su gobierno (2009-2014).
Diego Funes Cañas, hijo del exmandatario, también fue condenado y debe devolver a su país US$ 212.484, porque en ninguno de los casos "pudieron justificar su procedencia legítima".
El exgobernante, que se encuentra exiliado en Nicaragua desde 2016 y alega persecución política, rechazó la condena por "injusta y arbitraria" y aseguró que la recurriría ante una instancia superior.
"No se puede condenar a imputados que no sustrajeron dineros del Estado y que su patrimonio es lícito", escribió en sus redes sociales.
Entre ambos deberán abonar al país más de US$419.000, lo que puede aumentar por el añadido de las "costas procesales".
Según informó la Fiscalía, los montos serán liquidados de los bienes congelados a ambos.
A Funes se le acusa de no haber podido justificar todos sus gastos e ingresos durante su paso por la presidencia.
Según un reporte de la sala de Probidad de la Corte Suprema de Justicia, durante su mandato, el exgobernante logró, entre otras cosas, cancelar una deuda personal de más de US$200.000 y aún así ahorrar US$150.000.