El juicio contra uno de los condenados de la Guerra de Bosnia, donde fueron asesinados más de 8 mil musulmanes, debió ser suspendido por una compleja situación.
Slobodan Praljak, quien había sido sentenciado a 25 años de cárcel, tomó un líquido ante la atónita mirada de los presentes.
De acuerdo a la versión que le entregó al jurado, decidió consumir veneno al saber que la apelación sobre su sentencia fue rechazada.
El juez llamó a un doctor. En el edificio había una ambulancia y varios paramédicos acudieron a toda velocidad a la sala del tribunal. Tiempo después se informó de su fallecimiento.
Praljak fue comandante del Estado mayor de las fuerzas de Defensa croatas de Bosnia (HVO) y la Corte consideró que ignoró todas las peticiones de ayuda cuando, en verano de 1993, los soldados serbiocroatas persiguieron a los musulmanes en Mostar.
La corte, que la semana pasada condenó al ex general serbobosnio Ratko Mladic por genocidio y otros delitos, se formó en 1993 cuando aún continuaban los combates en la antigua Yugoslavia. Se espera que cierre sus puertas el mes que viene, tras presentar cargos contra 161 sospechosos y condenar a 90 de ellos.