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Opinión

Salud y pobreza

— Pablo Ríos

MARTES 15 DE JUNIO DE 2021


Sanidad ¡lindo letrero pal’ que la plata le sobre,
casa, escuela, buen pasar, religión, buenos modales,
 curaciones y hospitales, abandono e’ la bebida.
¡Pucha que son comedidas las plagas electorales!
De que sirve el hospital, la justicia, las instrucción
si primero es la ración que ampara la dignidad,
si hambriento nadie querrá sentir clase ni sermón.

Desde Adentro
Julio Migno



Las personas que habitan la pobreza viven menos.

Esta certeza ya es una gran montaña de evidencia científica indiscutida para las ciencias de la salud que no sabe bien que hacer con esta brasa dolorosa de la condición humana.

En general la primera reacción a esta noticia no es de asombro, es de comprobación: “es lógico, pasan hambre y frio”, “no acceden a medicamentos”, “viven en un rancho, no tienen agua potable”, etc. todas estas afirmaciones tienen siempre algo de razón pero no explican el fenómeno en si: Vivir menos años por ser pobres.

El asesino misterioso

¿Cuantos años de vida se pierden por habitar la pobreza? El calculo es difícil porque siempre tiene muchos supuestos pero los estudios más serios calculan entre 5 y 10 años de vida potencial que se restan al total. Puestos a comparar, fumar resta unos 4 años de vida, igual tiempo resta la diabetes mal-tratada, el control remoto y la computadora (sedentarismo) restan unos 3 años, al igual que la obesidad,el alcohol y la hipertensión.

Estos números emergen luego de haber “limpiado” las estadísticas, es decir, si estamos comparando dos grupos, uno que habita la pobreza y el otro no; y, en ambos grupos hay fumadores, obesos, personas con enfermedades genéticas, o cáncer, se quita a estas personas de la comparación porque poseer alguna de estas condiciones acorta de por si la vida.

Cuando estas comparaciones se hacen usando un indicador llamado Esperanza de Vida, que es mas complejo, las diferencias alcanzan techos dramáticos. Por ejemplo, la ciudad de Baltimore, USA, fue noticia hace unos años por la muerte Freddie Gray, en manos de la policía local. El hecho originó violentos disturbios en la ciudad y la noticia recibió cobertura mediática mundial.

Lo que no tuvo tanta salida en los medios fue el informe que presento el departamento de Salud de la ciudad de Baltimore: La diferencia en la esperanza de vida entre el barrio pobre donde vivía Freddie y la parte rica de la ciudad es de 15 años. La distancia entre ambos barrios es de 5 km, la brecha en derechos, infinita. En la misma ciudad de Estados Unidos. el grupo mas pobre tiene el horizonte de vida que tiene Bangladesh una de las ciudades mas pobres del mundo y otro grupo el de Suiza.

Freddie tenia 25 años era negro y pobre. Se miró feo con un policía en la calle y murió en una comisaria.

Baltimore es una ciudad portuaria venida a menos por caprichos del mercado, Dios furibundo e impersonal.

Ahora reemplacemos nombres de ciudades y si en lugar de Baltimore escribimos Rosario, Santa Fe, o Mar del Plata el resultado es igual o peor.

Entonces: ¿Cuál es el factor que se esconde en la pobreza que derriba al caminante antes de la meta?

No lo conocemos aun, porque hasta ahora no lo estuvimos buscando. Mas aun tal vez no tengamos la herramientas para encontrarlo. El stress es uno de los grandes candidatos, pero el stress aun es una gran incógnita a nivel salud. El “asesino misterioso” de la pobreza sigue oculta en datos que no entendemos.

La respuesta podría ser muy simple y pragmática: terminemos con la pobreza y listo.

Sin embargo la salida de la pobreza se facilita mucho si esas personas gozan de buena salud, si pueden trabajar, estudiar, formarse, etc. Caemos en el circulo del perro que se muerde la cola, ¿qué está primero?, ¿la salud o la pobreza?

Es una pregunta mal formulada. La salud incluye NO habitar la pobreza.

Hace unos pocos años la O.M.S (Organización Mundial de la Salud) propuso un programa muy interesante, lo llamo 25x25 cuyo horizonte es disminuir un 25% la mortalidad por enfermedades NO infecciosas para el año 2025.

Son las enfermedades, mal llamadas “crónicas”: El tabaco, el alcohol, el sedentarismo, la obesidad. La hipertensión y la diabetes.

A estos 6 jinetes apocalípticos les falta el mas importante, la pobreza. Hay lugares en el mundo donde iguala al resto como causa de muerte y enfermedad. 

Es la pobre política.

Hablar de pobreza se considera política, no ciencia. A su vez, algunos confunden política con chicana partidaria. Hay un punto donde confluyen las soluciones posibles con las herramientas necesarias. Sin duda la política debe elegir bien las herramientas para terminar con la pobreza y en esta elección debe escuchar a la ciencia.

La izquierda habla de pobreza, la derecha de desarrollo, se menta a los pobres como arma política, la oposición golpea al oficialismo con los índices de pobreza, no importa cuando usted lea esto.

Mejor todavía lo expresa M. Marmot, epidemiólogo británico “ la derecha política dice que es el resultado de la mala labor por parte de los padres; la izquierda, que es la pobreza y la desventaja social. Los dos tienen razón; la habilidad de los padres para hacer lo que necesitan los hijos está limitada por la pobreza y la desigualdad”.

En la política de cabotaje se habla de “planeros”, “populismo”, “meritocracia” todos términos que no aportan nada más allá del prejuicio y la descalificación.

La pobreza es un indicador de la ciencia. Es una determinante fundamental de la vida de las personas, el más importante después de la carga genética de cada ser.

Según Martín Tobias editorialista de The Lancet: “ ser pobre significa ser incapaz de determinar el propio destino, privado de recursos materiales y con oportunidades limitadas, que determinan tanto el estilo de vida como las posibilidades vitales”.

Ninguna gran revolución política, social o religiosa tiene ni tuvo a esta premisa como bandera.

Pareciera que, el hecho que un grupo de ciudadanos pierda 5 o mas años por sus condiciones de vida fuera menos importante que la libertad, la igualdad, la fraternidad, la democracia, y los derechos individuales.

La pobreza demanda medidas estructurales como el desarrollo de la primera infancia, educación de calidad, agua potable, cloacas, urbanización, disminución de la violencia urbana, todas medidas que necesitan saberes diversos, equipos interdisciplinarios y financiamiento sostenido. Es por eso que parece más fácil y abordable dedicarse a acciones individuales: no fume, coma sin sal, camine, tome sólo una copa... y consejos del estilo.

¿Sera por qué son condiciones a las que sólo se puede acceder si NO sos pobre?

La pregunta no es una chicana, es una invitación a agendar el tema de la manera que hasta ahora no se ha podido hacer: seriamente.

Pablo Rios
Médico
Mat.2716 [email protected]

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