Como suele ocurrir cada vez que arrancan las campañas electorales, las encuestas aparecen como hongos en la tierra. El caso de Santa Fe, claramente, no es la excepción. Más aún, con una interna peronista al rojo vivo que se lleva buena parte de la atención del mundillo político.
En ese contexto, hubo una en particular que fue difundida con fruición por la nutrida militancia que encabeza, con liderazgo sobresaliente, Agustín Rossi. Se trata de un estudio que hizo la conocida consultora Aragón & Asociados, en la que el dirigente oriundo de Vera superaba a su rival directo, Marcelo Lewandowski, por 17,8% contra 13,7%.
Esos números, que a priori resultan razonables, paradójicamente suponen la ratificación de la mirada que Omar Perotti y Cristina Fernández de Kirchner comparten sobre el famoso techo electoral de la candidatura de Rossi. Esa teoría, sustentada en resultados de elecciones pasadas, indica que poco puede crecer esa postulación hacia las generales. Por dos motivos: es una figura con un nivel de conocimiento difícil de exagerar y concentra todo el voto kirchnerista de la provincia.
La campaña rossista en estos días aparenta darles la razón, al intentar consolidar al núcleo duro de su electorado. La extrema virulencia discursiva contra el Gobernador, asociándolo al “cordobesismo” y a una corriente neoliberal operada desde las sombras por el lobbysta Guillermo Seita, va en esa dirección. El subrayado de su identificación histórica con el continente de la vicepresidenta, “con aplausos o con huevazos”, recorre similar trayecto.
El sendero, así, se angostó al máximo. Y por ese mismo motivo, ante el abierto desafío del “Chivo” a las instrucciones de la jefatura política nacional, se activó la bola de demolición. Primero fue el despido por televisión del Ministerio de Defensa ejecutado por el propio Alberto Fernández. Luego llegó el video de respaldo del Presidente en el lanzamiento de la lista consensuada entre Perotti y Cristina. Y este jueves, el golpe más estremecedor: la foto de la ex Presidenta, en el Instituto Patria, con Lewandowski, Sacnun, Mirabella y Mastaler.
El daño infligido al edificio rossista es aún una incógnita. Pero no es una audacia sospechar que no se asoma diminuto.