Más del 90% de las 335 alcaldías del país cayeron en manos bolivarianas, al menos 20 de las 23 capitales de estado.
Un vez más San Cristóbal del Táchira, fronteriza con Colombia, se mantuvo como la ciudad más rebelde del país.
“Vamos a tener una navidades victoriosas, así lo decreto! ", se ufanó el presidente frente a un grupo de seguidores que celebraban la victoria en la capital, ante quienes insistió en profundizar el proyecto bolivariano heredado de Hugo Chávez.
Incluso la euforia presidencial incluyó un reproche a su homólogo argentino: "¡Qué viva Argentina! ¡Abajo Macri!".
"Tres victorias del pueblo bolivariano, hemos derrotado al imperialismo estadounidense con votos", recordó el primer mandatario, sumando los datos de las municipales a los de la Asamblea Constituyente (julio) y regionales (octubre).
"El camino es la unión popular", añadió Maduro, recriminando a los "divisionistas", un dardo dirigido contra otras candidaturas revolucionarias y contra el purgado Rafael Ramírez, antiguo zar económico y expresidente de Petróleos de Venezuela.
Maduro aprovechó el alborozo para reclamar victorias parecidas en 2018, año en que se celebran las presidenciales, para las que parte como gran favorito tras el naufragio de la oposición y con el fundamental apoyo del aparato estatal. "¡Cuando digo Maduro, digo patria, digo pueblo, digo mujer! Lo digo con humildad", remachó.
Según los datos oficiales transmitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), la participación llegó al 47,32%, lo que supone una caída de casi 12 puntos en relación a las anteriores municipales. (La Nación)