En la jornada de ayer al mediodía, un médico cardiólogo de la ciudad estacionó su auto en la intersección de las calles San Lorenzo e Hipólito Yrigoyen para hacer un mandado.
Al volver, se dio cuenta que le robaron sus elementos de trabajo: un bolso negro que contenía un electrocardiógrafo, un estetoscopio y su sello profesional.
También le arrebataron una notebook Lenovo negra, la cual contiene estudios de sus pacientes de años.
El profesional sostiene que estos elementos "no le sirven a nadie más que a él" y apela a que alguien "se arrepienta y lo deje en algún lugar".