El Defensor Regional, Dr. Leandro Miró, se refirió esta mañana por LT9 al caso de violación de un niño ocurrido en San Justo y cuyo único imputado por la Fiscalía recuperó la libertad en los últimos días, luego de que un estudio de ADN confirmara que no estuvo en la escena del aberrante hecho.

En diálogo con Primera Mañana, Miró destacó el trabajo de sus colegas, las Dra. Leticia Feraudo  y Sonia Bustos, que desde un comienzo se opusieron a la prisión preventiva, ante la falta de pruebas que vinculen al sujeto con el hecho. Lo único que el MPA tenía era una declaración de una testigo, manifestado que lo había visto en la zona del ataque sexual y que había “salido corriendo”.

“Fue un hecho muy grave, pero lo notorio es que pone en resalto la importancia de muchas garantías constitucionales, de las cuales se hablan livianamente. Primero la presunción de inocencia. A la pocas horas del hechos, se sabia el nombre, apellido y los antecedentes penales. Y en vez de ponerle presunto o supuesto, siempre se hablar como el abusador o el que violo”, sostuvo el Defensor General.

Agregó que “la línea investigativa que siguió el MPA hoy está caída, pasaron cuatro meses y no se si existe otra línea investigativa. En los primeros momentos, con pocos elementos de prueba, llegar a una conclusión, es apresurado y significa una vulneración de la presunción  de inocencia. Esta persona estuvo cuatro meses privado de la libertad  injustificadamente y con una  condena social. En este caso existió el ADN, pero a veces no se hacen”.

En otro tramo del reportaje, Miró admitió que “hay una lógica de que si el hecho es grave, automáticamente se adopta la prisión preventiva. Nadie discute que este hecho es grave, pero ahora se determina que el muchacho implicado hoy quedó desvinculado de la causa”.

“La regla genérica es que se llegue en libertad al proceso de juzgamiento. Pero cuando el hecho es grave, y para evitar el comentario de la 'puerta giratoria', se dicta la prisión domiciliaria”, concluyó el Defensor Regional.