El fútbol belga está de luto por el fallecimiento de Arne Espeel, arquero del Winkel Sport B, de la Segunda División Regional de la provincia de West Flanders. El portero, de 25 años, saltó lleno de alegría tras detener un penal, pero se desplomó inmediatamente segundos después. El servicio médico presente acudió rápidamente al lugar e intentaron reanimar al joven. Lamentablemente, la ayuda fue en vano y el guardameta fue declarado muerto más tarde en el hospital.
La tristeza de los jugadores y de su familia todavía sigue presente en la ciudad de Ledegem. Aaron, el hermano pequeño de Arne, volvió al banco de suplentes por primera vez en semanas tras una lesión y, al igual que sus padres en el público, vieron cómo la tragedia sucedía ante sus ojos. El primo de la víctima Emiel Debusseré estaba en la cancha como capitán cuando ocurrió.
“Nos vamos dando cuenta poco a poco, pero seguimos en estado de shock. Arne era una persona muy sociable y motivada, una auténtica figura de liderazgo. En nuestro equipo, muchos lo admiraban”, relató en charla con KW.