Una joven mujer, que oscila en los 20 años de edad -sus datos filiatorios no fueron dados, mientras que su domicilio se resguarda por razones de privacidad- estuvo internada la semana pasada con un cuadro de neumonía derivado de psitacosis, la denominada "gripe del loro".
Fue el quinto caso en la ciudad de Rafaela, aunque la paciente en este caso no pertenece al grupo familiar de cuatro personas que padecieron los primeros contagios, y de los cuales murió un hombre de 45 años afincado en el barrio Barranquitas.
Respecto al conocido en las últimas horas, la joven afectada se presentó en el Hospital con un cuadro de neumonía bilateral "atípica". La primera alarma llegó a los médicos porque al hacerle placas y otras imágenes, se observó que la neunomía no tenía las mismas características de las provocadas por neumococo, la más común entre las personas.
Ante la sospecha de que podría tratarse de un caso derivado de psitacosis, se tomaron muestras el 15 de febrero y al día siguiente llegó la confirmación de que efectivamente se trataba de psitacosis. Afortunadamente, la chica -que estuvo internada hasta el viernes pasado- se recuperó rápidamente y pudo ser dada de alta.
¿Cómo se produjo el contagio? Como se sabe, la psitacosis o gripe del loro no se contagia entre personas, sino que se produce cuando en un ambiente doméstico hay un ave enferma -generalmente un loro, pero en general las aves silvestres en cautiverio pueden contraer esta enfermedad y transmitirla- cuyas secreciones, desde las oculares hasta los excrementos, al secarse, se transforman en micropartículas que vuelan por el aire y son aspiradas por seres humanos. Por eso se recomienda la limpieza intensiva de los lugares en donde hay secreciones de ese tipo.
En el caso de los cuatro contagiados iniciales, el lorito murió y la persona que contrajo la enfermedad y también falleció por la evolución de la neumonía, había manipulado el cuerpo del ave para deshacerse de él, como sucede con cualquier mascota cuando muere. En cambio, en este último caso -que también se registró en el barrio Barranquitas, de Rafaela-, el ave no presenta síntomas, por lo que también se le practicó un hisopado y se están aguardando los resultados de los estudios realizados.