La cosecha de soja de primera en el centro y el norte de la provincia de Santa Fe comenzó esta semana con "magros resultados", que se explican en la sequía y las altas temperaturas que afectaron al cultivo durante todo el ciclo, con rendimientos para los primeros lotes de entre 4 y 5 quintales de promedio.
El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción provincial y la Bolsa de Comercio de Santa Fe señala que la recolección se inició en los lotes más avanzados en madurez fisiológica, situados en el centro y sur del área de estudio.
Esos rindes de entre 4 y 5 quintales por hectárea, con algún lote puntual de hasta 10 quintales, son entre cuatro y cinco veces inferiores respecto del comienzo de la cosecha de la temporada anterior.
El informe realizó una comparación con el difundido en la misma fecha de 2022, cuando los productores de los departamentos San Martín y Castellanos informaron de rendimientos iniciales de entre 18 y 25 quintales por cada hectárea.
Volviendo a esta semana, el trabajo indica que "los sojales se encontraron en dispares estadios reproductivos y en condiciones muy complejas, desde muy buenos, buenos, regulares a malos, por las muy variadas realidades (climáticas) acaecidas durante todo el transcurso del ciclo".
En cuanto a los cultivos tardíos de soja y maíz, las lluvias de la semana "detuvieron el deterioro en lotes que se encontraban en estado bueno o regular, pero no cambió la condición en el resto, cuya situación es irreversible".
Por el lado de la soja tardía, el informe indica que los lotes "que se encontraban en estado bueno o regular tendrían la posibilidad de un cierre de ciclo con disponibilidad de agua útil en los suelos y con ello una fructificación positiva".
Algo similar ocurrió con el maíz tardío, ya que al menos desde lo visual se lo observó "con algunas reacciones que dependieron fundamentalmente de los distintos estados vegetativos en que se encontraba cada uno de ellos".
Esta semana continuó la cosecha del maíz temprano, con un total de 77% de la superficie cubierta, un adelanto intersemanal de 2 puntos y un retraso de 2 en comparación con la campaña pasada.
Los resultados obtenidos continuaron siendo muy bajos a bajos, especialmente en los departamentos del norte, 9 de Julio, General Obligado, Vera y norte de San Javier, con mínimos de entre 6 y 12 quintales por hectárea, y máximos de entre 25 y 35.
En la zona central, departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, los rendimientos fueron de mínimos de entre 8 y 20 quintales y máximos de 45 quintales, mientras que en la parte sur (San Martín y San Jerónimo) los rindes mínimos fueron de entre 18 y 22 y los mejores de entre 32 y 45 con lotes puntuales de hasta 80 quintales.
En el sector algodonero hubo actividades en la medida en que lo permitieron las lluvias, con aplicaciones de defoliantes para su posterior recolección y la cosecha de algunos lotes.
Los rendimientos fueron similares a los de la semana pasada, con valores mínimos desde 400 a 600 kilogramos por hectárea y máximos de entre 1.200 a 1.300 kilos.
Los cultivares recolectados en el período, fueron los sembrados en fechas tempranas, en torno a octubre, que fueron los más afectados por los eventos climáticos, altas temperaturas que originaron estrés térmico y falta de humedad.
En tanto, los algodonales implantados en noviembre se hallaron en etapas fenológicas menos avanzadas, plena floración y formación de cápsulas, por lo que las últimas lluvias mejoraron sus condiciones.